Dr. Gil Wagoner llegó a mi oficina un día y dijo: "Wil, tengo esta encantadora pareja que han sido mis pacientes desde hace bastante tiempo. Me han pedido para iniciar un estudio bíblico en su casa, pero con mi horario en el hospital y con el programa médico interno  no puedo iniciar otro ministerio en el momento presente. ¿Podría usted ayudarme? "

Como parte de mi seguimiento de los pacientes en el Hospital Vozandes paso algún tiempo con esta familia. Francisco y yo fuimos donde  sus vecinos y  anunciamos nuestra intención de tener un estudio bíblico en su casa. En la primera noche nos dieron una habitación llena de vida de los vecinos y amigos. Compartí con ellos la manera de llegar a una relación íntima de amor con Jesucristo. Hice hincapié en que todos hemos recibido una "F" en nuestras boletas de calificaciones espirituales, y que era imposible para cualquiera de nosotros merecer una relación correcta con Dios en nuestra propia virtud y carácter. Entonces compartí que "cuando aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos." Él murió en nuestro lugar. Murió siendo aún pecadores desvalidos y necesitados. "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:6, 8). Mientras yo seguía compartiendo estos versos los ojos de Francisco, la cara se iluminó y interrumpió: "¿Quieres decir que me ama, también." Le dije: "Sí, Francisco, El te ama tanto. Dios nunca tiene que decir otra vez que Él te ama. Él lo demostró en el Calvario. Dios te ama tanto que quiere darte un regalo de la vida eterna. Usted no la puede ganar. Ya está pagado en su totalidad." Entonces me volví a Romanos 10:9-10 que dice: "que si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación." Francisco dijo al grupo: "¡Yo quiero esto!" En los momentos que siguieron, él y otros creyeron en Jesucristo como su Salvador personal. Cuando me fui de su casa esa noche Francisco y sus amigos habían experimentado la paz con Dios.

El apóstol Pablo dijo a los cristianos de Roma que se trata de la experiencia de cada creyente. Esa profunda paz interior viene de ser "justificados por la fe." En el momento de poner su fe en Cristo, el Señor Dios te declara ser justo ante  sus ojos. Él te ve que confías en la muerte de Cristo, y te declara absuelto.

Tan grave como el simple mensaje de las buenas nuevas de Jesucristo, allí está la tendencia de algunas personas a abusar de esta gracia reciente. La gracia nunca es barata. Es el don más preciado que Dios podía dar a la humanidad. La sola idea de que todos sus pecados han sido borrados, limpiados, perdonados para siempre es inmensa. Es triste decirlo, pero habrá algunos que se aprovecharan de ella y abusaran  de ella.

El grito de batalla de la Reforma fue "La salvación por gracia mediante la fe!" Este fue un retorno a la gran verdad de que el apóstol Pablo predicó a los romanos cuando declaró "el hombre es justificado por la fe sin las obras de la Ley".

Hemos sido justificados por gracia mediante la fe en Jesucristo (Rom. 5:1, 20-21).

Pablo resume todo su argumento en los cuatro primeros capítulos de Romanos con estas palabras: "Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" (Romanos 5:1).

Terminó el capítulo cinco, recordándonos que el propósito de la ley fue a traer un sentido de condenación y una conciencia de culpa. Señala con el dedo a toda la humanidad y dice que han fallado. Has pecado. Estas ante la necesidad de la gracia de Dios. "La Ley, pues, se introdujo para que el pecado abundara; pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia,  porque así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reinará por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro" (Romanos 5:20-21). En Gálatas, Pablo dice que la Ley era un tutor para llevarnos de la mano y nos lleva a Cristo para que podamos ser salvos por gracia mediante la fe en su muerte en la cruz por nosotros.

El mensaje de la gracia es claro. "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1). Hemos recibido la gracia suficiente para cubrir cada pecado que jamás hemos cometió. El pecado aumento y la gracia sobreabundaron. Cuando las transgresiones actuales se incrementan, la gracia esta está en superabundancia. La palabra significa "abundan en  sobremanera," "abundan más allá." Más gracia fue añadida  en esta superabundante gracia. Usted no puede el pecado sin gracia. A. T. Robertson dijo: "La inundación de gracia superó la inundación del pecado, grande como era (y es)".

Tenemos una nueva posición ante Dios. Que él ha pronunciado a nosotros "¡Absuelto!" "hechos libres," "perdonados." No olvidemos nunca que es porque Jesucristo murió en nuestro lugar en la cruz como nuestro sustituto. La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado. A causa de su muerte,  hemos sido puestos en libertad.

Dios nos lleva a nuestro estado de pecado y por su acto soberano declara al pecador creyente justo delante de él. Es un Dios que hace pronunciamiento judicial sobre la base de la justicia de Cristo y Su muerte vicaria en nuestro nombre. Es un regalo de Dios. Es totalmente gratis. Cristo pagó por ella. Lo único que podemos hacer es aceptarla libremente como nuestra.

El problema definido

Ahora que estamos justificados en esta gracia maravillosa, "vamos a pecar en contenido de nuestro corazón y ver hasta dónde podemos explotar la gracia de Dios?" (paráfrasis de Philips 6:1) ¿Podemos vivir un estilo de vida irresponsable? "¿Vamos a continuar en el pecado para que la gracia abunde?" El tiempo presente indica  la práctica del pecado como un hábito.

Un payaso estaba enseñando que desde que somos salvos por la gracia de Dios  está completamente ocupado de sus pecados que podría seguir pecando para que la gracia pueda estar en más abundancia. Deja de pecar! Usted ya está perdonado. En realidad no importa. Dios te perdona de todos modos. Además, le da la oportunidad de gracia para operar en su vida. Cuanto más peques más  gracia usted consigue. Gracia se incrementará si pecamos más. Eso es abusar de la gracia. El individuo debería preguntarse si alguna vez ha sido salvo por gracia.

Usted puede escuchar el argumento legalista con Pablo: "Una vez salvo, siempre salvados conduce a la anarquía Usted predicadores de la salvación por gracia mediante la fe debilita el sentido de responsabilidad moral Sólo fomentan un comportamiento pecaminoso con ese tipo de enseñanza"

Seamos realistas  siempre está el riesgo de predicar la salvación por la gracia.

Dr. D. M. Lloyd-Jones un número de años atrás hizo una observación cándida. Él dijo: "No hay mejor prueba de si un hombre está realmente predicando el evangelio del Nuevo Testamento de la salvación que el que algunas personas podrían entender mal y malinterpretar lo que significa que en realidad equivale a esto, debido a que usted es salvo por gracia solamente, no importa en absoluto lo que usted hace, usted puede seguir pecando todo lo que quieras, ya que redundará aún más en la gloria de la gracia."

¿Vamos a seguir practicando el pecado como un hábito? La respuesta de Pablo es: "Dios no lo quiera." ¡Nunca! Las personas que realmente creen que el perdón de Dios les da libertad para pecar sin penalizaciones son irresponsables.

Él grita, "¡De ninguna manera! ¿Cómo serán los que hemos muerto al pecado viviremos aún en él?" La Nueva Versión Internacional dice: "De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?"

La libertad que tenemos en Cristo no es una libertad para hacer lo que quiero hacer, pero para ser todo lo que Dios quiere que seamos. Tenemos la libertad de vivir la vida cristiana.

Pablo escribió a los cristianos de Galacia diciéndoles que habían sido puestos en libertad. "Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. ... Vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros" (Gálatas 5:1, 13).

Pablo dice, recuerda que eres hombre muerto! "¿hasta a donde  nosotros que hemos muerto al pecado viviremos aún en él?" ¡Recuerde que usted está legalmente muerto! Cuando rendimos nuestras vidas a Jesucristo y Él se convirtió en el Señor de nuestras vidas nosotros éramos  los mismos que morimos. Es tiempo pasado, una vez y para siempre la muerte. Es la muerte en un sentido judicial.

TENEMOS UNA NUEVA POSICIÓN EN CRISTO (6:3-11).

Nuestra posición en Cristo está bellamente ilustrada en el bautismo por inmersión en agua. El bautismo es un símbolo o una ordenanza. Por su rendimiento, sólo tenemos que recordar lo que Cristo hizo por nosotros. Nos ayuda a entender nuestra nueva identificación con él.

Cuando un creyente desciende en el agua y el agua cubre  sobre su cabeza, es como estar enterrado cuando muere. Cuando usted sale del agua, es como levantarse de la tumba. Es un cuadro de morir y resucitar. El creyente del Señor Cristo Jesús está diciendo que él murió para un tipo de vida y se levantó a otro tipo. Murió a la vieja vida de pecado y resucitó a la vida nueva en Cristo.

"¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?" (v. 3). El bautismo es un testimonio público o proclamación de la nueva relación hacia el interior del creyente con Cristo. Esa unión interna se lleva a cabo antes del acto del bautismo. En lugar de "en Cristo" sería mejor entender "fueron bautizados con Cristo o en Cristo." La traducción "en" hace que Pablo dice que la unión con Cristo se lleva a efecto por medio del bautismo, que no es su idea. La palabra original (eis) "a" indica una unión interna, la participación o la identificación.

La palabra "bautizar" significa en primer lugar la identificación. Es una palabra que se usa para describir una prenda de inmersión en el tinte y cambiar la identidad de la tela. Si voy a mojar la camisa blanca nueva en un tazón de dado rojo, es identificado como una camisa roja. Ya no es blanca. No se refieren a ella por más tiempo como la camisa blanca. Ahora cuenta con una nueva identidad.

El  Bautismo apunta en dos direcciones: de vuelta al Calvario hasta la muerte, sepultura y resurrección, y con ganas de nuestra muerte al pecado, la sepultura de la vieja vida, y la vida nueva en Cristo (Rom. 6:3-4, 5-7).

"Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva" (Rom. 6:4).

El Nuevo Testamento pone un fuerte énfasis en el hecho de que el creyente esta "muerto en Cristo." "Todo por quien Cristo murió también murieron en Cristo. Todos los que murieron en Cristo resucitaron con Cristo. Este resucitar con Cristo está aumentando a una nueva vida después de la semejanza de la resurrección de Cristo. Morir con Cristo es, por tanto, morir a pecado y resucitar con él a la nueva vida de obediencia, vivir no para nosotros mismos, sino para él que murió por nosotros y resucitó. La inferencia es inevitable que aquellos por quienes Cristo murió son aquellos y sólo aquellos que murieron al pecado y viven a la justicia" (John Murray, Redención Cumplida y Aplicada, pp 69-70).

Ser enterrado en las aguas del bautismo nos señala hacia la muerte y sepultura de Cristo y de nuestra muerte al pecado. Es un retrato de Su muerte y sepultura. Nuestra identificación con Cristo es tan vívida en la mente de Pablo que hemos sido sepultados juntamente con él. "Hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte." Observe la cercanía de la relación. ¿Cómo podemos seguir eligiendo  pecar habitualmente? El bautismo es un cuadro de la muerte. Los muertos son enterrados fuera de la vista. Los muertos no tienen vida. La vida vieja ha cesado. Los muertos no vuelven a pecar. Por otra parte, el bautismo también mira hacia atrás, a la resurrección de Cristo de entre los muertos. Cristo resucitó de entre los muertos. También representa nuestra nueva vida en la que sale de la tumba de agua para caminar al otro lado de la fosa bautismal. Nos vuelven a la vida nueva en Cristo. Nosotros "caminamos sobre en novedad de vida." Implica una conducta habitual, un cambio ha tenido lugar en nuestras vidas. El bautismo aún representa nuestra propia resurrección de entre los muertos cuando Cristo regrese.

Nuestra identidad cambió cuando llegamos a Cristo. Cuando creímos en Cristo como nuestro salvador y recibimos la vida eterna, nos sumergieron en su muerte y resurrección. Nuestra identidad se cambiado. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17). Su muerte al pecado se convirtió en nuestra muerte al pecado, Su entierro se convirtió en nuestra sepultura, su resurrección se convirtió en nuestra resurrección. Tenemos una identidad completamente nueva.

Ya no estamos identificados con la raza de Adán. Ahora estamos identificados con Cristo y su familia.

El bautismo del Espíritu Santo hace la obra en nuestro ser interior y el agua simboliza o figura lo que se hace. El símbolo en el bautismo no es la realidad, sino la imagen de la realidad.

Pablo continúa con su argumento. "Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;  sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado,  porque, el que ha muerto ha sido justificado del pecado" (Rom. 6:5-7).

La Suposición de Pablo es cierta. Dado que hemos sido unidos con Cristo en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la semejanza de su resurrección. Hemos llegado a estar  permanentemente unidos a Cristo. Es como cuando se cultivan juntos cuando ramas de los árboles frutales son injertados juntas. Es una unión progresiva íntima. Por lo tanto, ¿cómo puede una persona que se ha puesto en esta clase de relación íntima de amor con Cristo habitualmente practican el pecado?

Pablo no está abogando por la perfección sin pecado aquí. No vamos a ser perfectos en nuestra práctica hasta que veamos a Jesús cara a cara en gloria. Pero Pablo no insiste en una nueva creación, una nueva relación con Dios, a pesar de que todavía no es perfecto. Es una santificación progresiva, o en crecimiento progresivo espiritual en la semejanza de Cristo. Pablo todavía tiene que lidiar con el pecado porque él todavía es un pecador.

Hay que tener en cuenta la santificación y la justificación no son los mismos. Sin embargo, no se puede separar la santificación de la justificación. La santificación  brota de la eficacia de la muerte y resurrección de Cristo y nuestra identificación con Cristo. Dios ha hecho más que suficiente provisión para cubrir todas nuestras necesidades a través de la muerte de Cristo y su resurrección.

¿Lo que había sido crucificado con Cristo? Literalmente, "el viejo hombre" fue crucificado y enterrado. El "viejo hombre fue crucificado juntamente con él" (Rom. 6:6). Fuimos crucificados juntos. El viejo hombre no regenerado ante nuestra unión con Cristo fue crucificado. No se llevó a cabo cuando fuimos bautizados. Tuvo lugar cuando morimos al pecado. Si hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir siendo un esclavo del? La esclavitud se termina cuando el esclavo muere. Nuestro "viejo hombre fue crucificado con Cristo" (Rom. 6:3, 6-7). El cuerpo que pertenezca o esté gobernado por el pecado fue inoperante. Se hizo inactivo. El viejo y el nuevo hombre no coexisten juntos en el creyente.

"Suponer que el viejo hombre ha sido crucificado y aún vive o ha resucitado de esta muerte es contradecir la fuerza evidente de la importación de la crucifixión... Pablo dice que" nuestro viejo hombre fue crucificado, "y no" nuestro viejo está en proceso de ser crucificado" (John Murray, Principios de Conducta, p. 212).

El pecado no es el factor que controla en el creyente, porque el viejo hombre ha sido crucificado.

En el versículo diez dice Pablo, "la muerte que Cristo murió, al pecado murió de una vez por todas..." ¿Cuál fue el pecado que Él murió? Cristo nunca ha tenido una experiencia personal con el pecado. Él no conoció pecado. ¿Cómo puede Pablo decir: "Cristo murió al pecado de una vez para siempre?" Su pecado? Mi pecado! "La paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23). Murió mi muerte. Él pagó el castigo por mi pecado (v. 7). Él murió por Wil Pounds.

Por lo tanto, ya no soy culpable. El versículo siete, dice que somos "libres", "absuelto" "justificado". Es perfecto pasivo indicativo de dikaiow y significa que  estamos justificados, liberados. En este verso, la palabra significa ser declarado libre de pecado o ser absuelto del pecado. La persona muerta no peca más. Recuerde que hemos muerto con Cristo. Somos liberados del pecado. Estamos legalmente muertos, sin culpa, sin poder. El creyente queda justificado.

Charles Hodge y dijo: "El creyente no puede continuar sirviendo al pecado porque el que ha muerto (con Cristo) está justificado, y por lo tanto libre de pecado, libre de su dominio. Esta es la gran verdad evangélica que subyace a toda la doctrina de los apóstoles de santificación la razón natural  supone es que la aceptación de un Dios santo y justo debe basarse en el carácter, que los hombres deben ser santos con el fin de ser justificados, invierte este evangelio, y enseña que Dios acepta a los impíos. Que podamos ser justificados para llegar a ser santo".

Hemos sido puestos en libertad, y ya no somos esclavos del pecado. Tenemos la libertad de vivir la vida cristiana. En lo que a Dios se refiere, ya estamos en el lado de la resurrección de la tumba!

"Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él,  y sabemos que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.  En cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; pero en cuanto vive, para Dios vive" (Rom. 6:8-10).

Pablo se basa en la idea, en el versículo seis y continúa diciendo en el versículo ocho, "Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él." Una vez más, se representa en las aguas del bautismo. Cristo murió una vez y sólo una vez, no había en el tiempo. Fue un acto definido en un momento y lugar y momento de la historia. Nunca tuvo que repetirse. Él está vivo, para nunca más morir. Por otra parte, estamos en Cristo. Esta es nuestra vida santificada. Esta es la única manera de vivir la vida cristiana. Todo el argumento de Pablo gira en torno a nuestra relación íntima con Cristo vivo.

En el versículo nueve la muerte es descrita como amo y señor. Puesto que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ya no muere más, la muerte ya no tiene dominio sobre él. La muerte ha sido vencida. Cristo es el Señor sobre la muerte.

Estamos bajo un nuevo propietario. El propietario anterior ya no tiene ningún derecho a la propiedad. Hay un nuevo propietario. Ya no tenemos ninguna obligación al propietario anterior. ¡Sólo podemos obedecer al nuevo propietario!

¿Y ahora qué vamos a hacer con estas grandes verdades que hemos aprendido? El creyente debe verse a sí mismo a la luz de esta verdad. Él es recordarse a sí mismo que es liberado del castigo y del dominio del pecado. Él es también contado con el hecho de que recibe la vida espiritual de Cristo todos los días.

La palabra  logizomai se traduce como "contar," "contar," "considerar." Pablo dice contar con su posición en Cristo (Rom. 6:11). "Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. " El imperativo actual podría significar "hacer esto continuamente" o "seguir haciendo esto". Es imperativo que tengamos esta mentalidad nueva.

La palabra "considerar" significa calcular,  tener en cuenta, para calcular, contar, considere el hecho. Deje que su mente juega en estas verdades. Medita sobre ellas, siguen diciendo a ustedes mismos, recuerda quién eres en Cristo. Estar constantemente contando con el hecho de que hemos muerto al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús. El secreto de una vida santa está en la mente de Cristo.

El bautismo no lo hace a uno muerto al pecado y vivos para Dios. Esa es una operación espiritual "en Cristo Jesús", que se lleva a cabo por el Espíritu Santo. Sólo está representado por el bautismo. Pablo hace una declaración utilizando el símbolo para cumplir con el ideal de la vida bautizado.

Aquí están los hechos, dice Pablo. Cristo pagó su multa, Cristo nos hizo libres, vivir así! Caminar en la novedad de la vida! Usted está muerto al pecado, usted está vivo para Dios, tú eres libre de vivir. ¿Cómo se puede volar?

Leon Morris nos ayuda a comprender la gran verdad. "... Pablo está argumentando que sus lectores deben venir a ver la verdad de su situación. Muerte y resurrección de Cristo ha cambiado su posición, y que debe vivir de acuerdo con la nueva realidad ... Los puntos de tiempo presente para un proceso continuo , lo que sucede a lo largo de la vida del creyente cristiano es tomar en serio su muerte con Cristo (v. 8) y la muerte de Cristo al pecado (v. 10) puesto que Cristo murió al pecado y como el creyente ha muerto con Cristo, el creyente está muerto al pecado y reconoce el hecho de  la muerte. Esto no quiere decir que sea inmune a pecar. Pablo no dice que el pecado está muerto, sino que el creyente debe contarse a sí mismo como muerto a él. El pecado del creyente es la de un esclavo del pecado, mientras que el creyente ha sido puesto en libertad. Morris continúa: "Pablo le dice que él  reconoce que cuando el pecado se refiere a él está entre los muertos. Él ha sido liberado de su dominio. Y la muerte es permanente. Una vez unidos a Cristo, él debe contar él mismo como muerto al reinado del pecado para siempre. Él debe tener en cuenta también que está vivo para Dios .... Dios no nos ve como somos 'en nosotros mismos ", sino como somos" en Cristo" (Leon Morris la Epístola a los Romanos, pp. 256, 257).

Puedo oír a alguien diciendo. Sí, pero no me siento muerto al pecado! Los sentimientos no tienen nada que ver con eso. Es un hecho judicial. Apropiarse de su victoria por la fe en Cristo.

Mi despertador suena a las 6 a.m. cada mañana. Me despierto una mañana fría y lúgubre oscuro y no me gusta sentir que es la 6 a.m. Puedo argumentar todo lo que quiero, pero aún es la 6 a.m. El hecho no va a cambiar. El hecho no se ve afectado por mis sentimientos! Por otra parte, no puedo cambiar la verdad sobre mi relación con Cristo tampoco.

TENEMOS EL PODER A TRAVÉS DE NUESTRA POSICIÓN PARA VIVIR LA VIDA CRISTIANA (Rom. 6:12-14).

Hemos sido resucitados con Cristo y liberados para vivir a Cristo. Él desea vivir su vida resucitada a través de nosotros. Él ha establecido su residencia en nosotros para darnos poder para vivir su vida.

"No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus apetitos;  ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad  (Rom. 6:12-13a).

"No dejes que el pecado siga reinando" como lo hizo una vez (Rom. 5:12). No "practiques el pecado" (v. 1). El pecado no tiene por qué ser el rey de tu vida. Usted no tiene que obedecerle por más tiempo. Ya no es tu amo. El reino del pecado ha terminado con usted. La auto indulgencia es incompatible con la confianza en la expiación vicaria de Cristo. El pecado no tiene dominio sobre la persona que está unida a Cristo.

Pablo agrega, "sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.  El pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia" (Rom. 6:13b, 14).

El apóstol nos exhorta a un compromiso sincero y total a Cristo. "No seguir presentando sus miembros al pecado... pero una vez por todas presentaos vosotros mismos a Dios".

No haga de la gracia de Dios  una excusa para pecar. La Gracia nunca puede llevarnos a tener licencia para pecar.

Haga una pausa de una vez por todas con su antigua vida y como un hábito diario con diligencia presentarte a Dios como alguien que ha resucitado de entre los muertos. Estabas muerto y ahora está vivo.

No es posible vivir la vida cristiana sin la unión con Cristo. Cada creyente está en Cristo. Vive tu vida tan cerca de Cristo que se puede decir que estamos en él.

¿Ha llegado a tener una relación personal con Jesucristo? ¿Está usted en función de Él para su pan diario espiritual? ¿Se encuentra en él el agua de la vida? Le ha convertido en el aire que respiramos?

La persona que ha muerto al pecado, ya no vive allí. Ya no domina sus pensamientos, afectos, voluntad y acciones. Cristo y la vida nueva en Cristo dominan su pensamiento.

En este pasaje de la Escritura es esencial para nosotros tener en cuenta que hemos estado describiendo la vida cristiana. Se comienza con un nacimiento espiritual. Si usted no tiene esta paz puede ser porque usted nunca ha nacido de nuevo. Ahí es donde este tipo de vida comienza. Estamos siempre dispuestos a ayudarle a poner su fe y confianza en Jesucristo como su Salvador personal. Aquí es donde usted puede encontrar la manera de confiar en Cristo como su Salvador.

Si usted necesita ayuda para llegar a ser cristiano aquí Un Regalo Para Usted.

Mensaje por Wil Pounds y todo el contenido de esta página (c) 2012 por Wil Pounds. Traduccion por David Zeledon