El Espíritu Santo inicio y controlo el proceso de darnos la revelación escrita de Dios.

Las Escrituras no son simplemente los propios pensamientos del hombre, ni pensamientos divinos en sus propias palabras, pero "las palabras de Dios", como escritores fueron movidos o "siendo renacidos a lo largo" por el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo  ilumino y dirigió la mente para ambas cosas la palabra hablada y escrita (2 Pedro 3:15; 1 Pedro 1:3-25). Incluso el propio lenguaje es "inspirado por Dios" (2 Tim. 3:16). Esta es "inspirada por el Espíritu." Es el producto del aliento creativo de Dios. Dios inspiro a través del hombre las palabras que componen las Escrituras.

La palabra "pleno" significa "completo, entero, total.¨ Es la forma en que los teólogos hablan de la totalidad o completa inspiración de la Biblia. Es  la inspiración de Dios en todas sus partes. También es "verbal", es decir, se aplica a las palabras. Las Escrituras inspiradas por Dios consisten en que Dios ha dado las palabras. No fue "dictada" a los testigos (1 Reyes 22:8-16; Neh. 8; Salmo 119; Jer. 25:1-13; Rom. 1:2; 3:2, 21; 16:26).

Los autores no escribieron como robots. La inspiración verbal no implica inspiración mecánica o dictada. No borra la propia personalidad del escritor. Los escritores humanos no fueron pasivos en el proceso. Eran el instrumento de Dios, no simplemente Sus bolígrafos. Ellos utilizaron sus mentes,  sus personalidades, las características individuales y las expresiones que escribieron.

El lenguaje de las Escrituras es humano. Ellos escribieron en la lengua del pueblo. Algunos escribieron en Arameo, Griego y otros en Hebreo.

Sin embargo, el mensaje  que estos hombres escribieron viene de Dios. Dios es el verdadero autor de las Escrituras. Es la razón por la que entendemos que la Biblia es la Palabra de Dios.

Cuando decimos que creemos en la  inspiración "verbal" de las Escrituras; nos referimos que las mismas palabras que los autores utilizaron fueron inspiradas, no sólo los pensamientos. El Espíritu Santo guío al escritor en la elección de las palabras que escogió de su vocabulario. Dios les permitió elegir las mismas palabras que ellos utilizaron en los manuscritos originales.

Si no se rigen por el Espíritu Santo la Biblia sería sin inspiración. Creemos en la "total, completa" inspiración de la Biblia y, por lo tanto, ninguna parte de la Biblia se omite. Las palabras son las palabras que Dios quería en el texto. Es la oral, plena, infalible e ilimitada infalibilidad de la Biblia en la que yo confío es la Palabra de Dios para mí hoy. La autoridad del mensaje es garantizado en la exactitud de las palabras. No puede haber errores en la Biblia y en la autoridad también.

El Espíritu Santo influyó en el control sobre los escritores sagrados cuando escribieron, incluyendo las expresiones de sus pensamientos en el lenguaje, así como los pensamientos propios, y la elección de las palabras que escribieron. Lo que Dios tenía que decir es transmitido con exactitud infalible. Las palabras y los pensamientos que ellos transmiten son la revelación de Dios para nosotros (1 Cor. 2:13; 1 Tes. 2:13; Juan 14,26; 16:13).

Cuando la inspiración plena es negada toda la fe Cristiana es debilitada.

Dios reveló la verdad de la Biblia a los escritores por medio del Espíritu Santo para revelar esto a ellos, pero no se dejó hacer un registro permanente de la misma por ellos. Una cosa es conocer un hecho, y otra es encontrar las palabras exactas en su vocabulario para dar una comprensión exacta de la verdad. Las palabras que utilizaron no fueron dictadas por su sabiduría o su razón humana; pero "en las palabras enseñadas por el Espíritu" (1 Cor. 2:13). El Espíritu Santo les enseñó las palabras porque Él les reveló la verdad detrás de las palabras. Así que tenemos en el original Hebreo y Griego los textos de los manuscritos bíblicos originales de las propias palabras que Dios enseño a los escritores  que utilizaran, ya que registran la verdad que habían recibido por revelación. Esto es lo que se entiende por inspiración verbal.

Por la revelación divina el Espíritu Santo revelo la verdad espiritual a los escritores. Además, también les guió a elegir la palabra adecuada fuera de su propio vocabulario para comunicar exactamente la verdad que Dios ha querido que entiendan.

El Espíritu Santo tomó esos escritores, los encontró y los utilizo infaliblemente. El Griego Lucas es puro y bello. Pablo el griego era mucho más complejo y difícil que Juan. Juan frecuentemente usa palabras con doble sentido para sacar contrastes, y sus pensamientos se elevan a las ventanas de los cielos. Marcos presenta su Evangelio con palabras de acción. Hubo una diferencia en su educación y esto se ve frecuentemente en sus escritos.

Los autores de las Escrituras fueron guiados por el Espíritu Santo, ya que sus búsquedas en sus vocabularios de las palabras exactas, se expresa con precisión la verdad que deseaban comunicar.

Ellos compararon la palabra en su vocabulario con la verdad que deseaban escribir. Ellos no eligieron utilizar las palabras que el Espíritu Santo les mostró no expresaban  correctamente el pensamiento. Las palabras que utilizaron fueron las que el Espíritu les guió a utilizar cuando escribieron.

El Espíritu Santo les libero  hasta expresar sus propias personalidades individuales, el vocabulario y la educación, al mismo tiempo guiándolos a hacer un "registro infalible de la verdad infaliblemente revelada."

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin