Justificado o Condenado

 

Usted es amado por Dios como Él ama a su propio Hijo.

"Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados por Su sangre, por Él seremos salvos de la ira de Dios" (Romanos 5:8-9).

A causa de la muerte expiatoria de Cristo por nuestros pecados, puede haber justificación en lugar de condenación para el pecador culpable. Hay justificación "mediante la redención que en Cristo Jesús" (Rom. 3:24).

El Señor Jesucristo hace enfáticamente claro que la muerte no es el final de la existencia personal. Tú relación con Él determina el tipo de existencia en que tú entrarás cuando te mueras físicamente. Hay dos formas de existencia más allá de la muerte-una buena y una horrible. Tú no puedes evitar tu destino eterno, sin embargo, lo que tú haces con Jesucristo determina dónde pasarás la eternidad.

Jesús dijo, "No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre" (Juan 5:28-30).

Más allá de la tumba, habrá una resurrección hacia la vida de la persona que cree en Cristo como su salvador y una resurrección de condenación para todos los que lo rechazan. Cuando una persona muere estos destinos  están establecidos para la eternidad.

Cuando Dios salva a una persona, Él la salva para la eternidad.

La Biblia deja muy claro que Dios nos considerará responsables si persistimos en el pecado y negamos ceder a Su justa Señoría.

Nos merecemos la intensa ira de Dios y la condenación a causa de nuestra rebelión, pero Dios ha demostrado Su gran amor por nosotros en la cruz. En vez de ira, Él ha extendido Su gracia para nosotros. En lugar de condenación, Él ha cargado el juicio por nuestros pecados y nos hace libres. Sólo un Dios misericordioso haría eso.

Todo el mundo está tan profundamente atrapado por el pecado y la depravación, que aparte de la gracia de Dios no somos capaces de arrepentirnos y creer en Cristo.  Se necesita el poder de Dios para cambiar nuestros corazones.

Dios ordena que todas las personas en todas partes se arrepientan de sus pecados porque Él ha establecido un día en que Él juzgará al mundo por Su justicia (Hechos 17:30-31).

El pecado es la rebelión contra Dios. El pecador se niega a escuchar la voz de Dios. Él insiste en su propio camino. Se niega a ser obediente a los mandamientos de Dios. El pecado es darle la espalda a Dios. El apóstol Pablo declara: "Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien  haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (Rom. 3:12).

Dios en Su maravillosa gracia ha fijado su amor en nosotros. Esa es la única cosa que causa nuestra salvación. Dios nos ama de la misma manera que Él ama a Cristo. Somos Cristianos debido a Su gracia infinita.

Los hombres son condenados por la santidad de Dios porque son pecadores, pero Dios en Su gracia y misericordia salvo a los pecadores de la condenación eterna (Gálatas 2:16; 3:26). La justicia de Dios y la justicia envían al pecador al infierno. Él no puede y no va a tolerar el pecado en Su santa presencia.

Sin embargo, si tú vienes a Cristo como alguien que ha creído en el Señor Jesús y en Su muerte expiatoria por ti, Dios promete recibirte como Él recibe a Su propio Hijo, Jesucristo.

"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús" (Rom. 8:1). Él te llevará al cielo como uno cuyo pecado ya ha sido castigado en la cruz de Jesús.

La gracia del Señor Jesucristo perdona todos los pecados. Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados (Efesios 2:1). No podemos hacer nada para salvarnos a nosotros mismos. Sólo Dios puede salvarnos. Jesús, que es igual a Dios es el único por medio de quien una persona puede conocer a Dios (Juan 14:6; Hechos 4:12).

¿Será su sentencia "para vida" a causa de su relación personal con Cristo? ¿O va a ser su sentencia "para la condenación" porque se ha negado obstinadamente a poner su fe en Él?

¿Está confiando en Jesucristo para su salvación? Si tú nunca has puesto tu confianza en Cristo, es mi oración que tú ahora mismo. Puedas decir: "Una vez yo fui condenado y sujeto a la justa ira de Dios, pero ahora yo he sido salvo mediante la sangre de Jesucristo, y he recibido el regalo de la justicia de Dios por la fe en Él. Si es así, tú ya no eres condenado; sino que eres justificado.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin

 

 
    Mensaje por Wil Pounds y todo el contenido de esta página (c) 2017 por Abide in Christ, Inc. Cualqier persona es libre de usar y distribuir este material, pero no puede ser vendido bajo niguna circunstancia, y sin la autorizacion del autor. Cotizaciones de escritura de la Santa Biblia Reina y Valera Revision 1995. Usado con permiso.  "RVR1995" are taken from the Reina-Valera 1995 version. Copyright © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Used by permission. Escritura citas de  "LBLA" es la Biblia de las Américas (c) 1973, y la actualización de 1995 por la Fundación Lockman. Usado con permiso.

     

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