Nuestro gran Dios y Salvador lo sabe todo, está en todas partes, y es omnipotente.

El SEÑOR Dios me conoce porque Él me hizo, y puesto que Él me hizo, yo soy responsable ante Él de mis acciones. Ese es probablemente el mayor motivo por el cual las personas no quieren aceptar el hecho de que Dios creó al hombre. Pero si una persona reconoce o no los hechos acerca de la creación, él o ella todavía tendrán que responder a Él personalmente.

El salmista David observó que el SEÑOR Dios "formó mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre" (Salmo 139:13). Nuestro Creador no sólo creó el primer hombre Adán, sino que Él sigue creando. No hay otra persona en la faz de esta tierra con los mismos genes, el ADN y cromosomas. Soy una persona única, hecho a la medida por Dios para un propósito específico en la historia. Nadie más puede cumplir con ese propósito en la historia, nadie más puede cumplir mi propósito.

Los tratos de Dios con usted y conmigo no son un duplicado de Sus tratos con alguien más en el tiempo y el espacio. Es único para mí porque yo soy único. No hay nadie más como yo. Una persona que quiere ser algo diferente del propósito de Dios para él es como una célula de cáncer. Nos convertimos como las células cancerosas en el cuerpo de Cristo cuando queremos ser como alguien más y no lo que Dios quiere que nosotros seamos. Dios trata con cada hijo de manera diferente. Nosotros no confiamos en Él cuando le pedimos que nuestra experiencia duplique la de alguien más. Nadie es inferior o no espiritual porque su experiencia no es justa como la de alguien más.

Gracias a Dios que eres quien eres. Sus recursos ya han sido revelados al crearlo a usted. "Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien" (Salmo 139:14). ¿Ha agradecido usted a Dios por hacerlo justo de la manera que usted es? "No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas" (Salmo 139:15-16).

Yo alabo a un Dios que me conoce y está cerca de mí. Él me creó para hoy. Hay un sólo yo. Soy un patrón que Dios nunca usará otra vez. En todo el tiempo venidero, nunca habrá otro como yo. Yo soy alguien. Soy una creación única de Dios. Por lo tanto, debo ser encontrado haciendo la voluntad de Dios. Mi responsabilidad no es buscar la alabanza de hombres, pero ser lo que Dios me hizo.

¿Ha considerado quién es usted en los ojos de Dios? ¿Le ha agradecido humildemente usted a Él por hacerle tan maravillosamente complejo? La obra del Señor es maravillosa.

El Salmista sostiene su aliento y declara, "!Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!"(V. 17). "!Que importantes son sus diseños!" (NAB). "!Qué inmensurables son sus conceptos!" (RK Harrison). "!Qué difícil es entender sus pensamientos!" (Biblia de Jerusalén). "!Que profundo encuentro tus pensamientos!" (NEB). "!Que preciosos e importantes" (Biblia Amplificada).

Qué extraño que en nuestros días el gobierno de los EEUU. y lo políticamente correcto ya no se refieran al feto como un bebé. El hecho es que a nadie le gusta pensar en matar a un feto, por lo que ha sido renombrado como un feto o un embrión o tejido humano. Dios dijo que esto es Su creación formidable y maravillosamente hecha. Este es un bebé hecho a la medida por Dios.

Jehová dijo a Jeremías: "Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones" (Jer. 1:5). Cada uno de nosotros está hecho a la medida por Dios.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin