Dios obra para los que le aman y esperan en Él. Cuando nos hacemos disponibles a Él, nosotros estamos maravillados por las cosas que Él hace en y a través de nosotros.

El apóstol Pablo vio esta gran verdad puesta en práctica en su vida y ministerio. ¨Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman¨ (1 Corintios 2:9).

El apóstol está citando a Isaías 64:4. Dios está obrando a nuestro alrededor. ¿Qué le ve  haciendo hoy en su comunidad, en la escuela que usted asiste, en su familia, y en su vida?

Cuando Dios está trabajando, es tan magnífico que se puede ver sólo cuando el Espíritu Santo lo da a conocer. Es tan evidente que sólo Dios puede hacerlo. Las obras de Dios son tan maravillosas que pueden ser entendidas sólo por la interpretación del Espíritu Santo.

Dios prepara cosas maravillosas para los que están ocupados con Él. Él hace esto para aquellos que esperan en Él, porque le aman. Qué trágico cuando tratamos de hacer Su trabajo sin Él. "Separados de mí nada podéis hacer" (Juan 15:5).

¿Está usted esperando pacientemente en Él para que lo invite a venir y unirse a Él en lo que Él está haciendo? Hasta entonces, Él está ocupado trabajando en nosotros, preparándonos para ese trabajo. ¿Está usted ajustando sus actitudes, sus pensamientos y su conducta a la verdad que usted sabe acerca de Él y de Su relación con usted? Cuando nosotros esperamos en el Señor, nosotros estamos ocupados poniendo nuestra vida a fin de asegurarnos de que estamos en una relación correcta con Él. A medida que lo amamos, nosotros estamos esperando en Él. Eso significa que nosotros le amaremos como nunca le hemos amado antes.

Esperar en Dios no es pereza o indiferencia. Esperar significa que yo estoy dispuesto a obedecer Sus órdenes. Esperar en Él significa que he ordenado el centro de mando de mi vida que nada estará en desacuerdo con la voluntad de Dios cuando Él habla o dirige. Esperar significa que el cristiano está alerta, escuchando, vestido y listo para obedecer a Su amo. Esperamos, mientras Dios trabaja. Una de las áreas donde Él trabaja es profunda dentro de nosotros. Se necesita tiempo para que Él nos enseña paciencia en la espera. Él nos ha hecho llegar a ser "participantes de la naturaleza divina" (2 Pedro 1:4).

Él está ocupado trabajando. ¿Qué está haciendo? ¨Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento, al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo¨ (2 Pedro 1:4-8).

Dios no puede y no nos invitará a unirnos a Él en lo que está haciendo hasta que Él nos tiene listos. ¡Cosas terribles pueden suceder cuando corremos delante de Él para hacer Su trabajo. Nuestros trabajos, sin Su trabajo, caen al suelo antes de tiempo y se pudren!

Dios está ocupado preparando algo para los que le aman y esperan en Él que los ojos nunca han visto y ningún oído ha escuchado, cosas que nunca han entrado en los corazones y la imaginación que sólo el Espíritu de Dios puede hacer.

¿Estás esperando pacientemente en Él? Cuando Su llamado viene, nosotros podemos dar un paso atrás y decir: "!Yo vi a Dios hacerlo!"

¿Está dispuesto a esperar hasta que Él habla? ¿Está usted haciéndose disponible para Él? Dios trabaja con, en, y a través de los que esperan en Él. ¿Está usted disponible? Eso es todo lo que pide de usted y de mí ahora.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin