Efesios 2:8-9 nos dice que la salvación es por la gracia gratuita de Dios por la fe en Jesucristo. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe." La salvación es por la gracia gratuita.

A la antigua forma de legalismo no le gusta ese tipo de salvación. A los legalistas no les gusta escuchar la buena noticia de Jesucristo. La verdadera salvación es por la gracia de Dios por la fe en Cristo. No hay esperanza de la salvación por la ley, porque ningún pecador puede estar a la altura de las demandas justas de la santa ley de Dios. La salvación se basa en la gracia gratuita, y la gracia solamente, a través de la fe en la persona y la obra salvadora de Jesucristo. Es el don gratuito de Dios para el pecador.

El apóstol continúa escribiendo en el siguiente versículo el resultado de la salvación por la gracia gratuita. "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas" (v. 10).

El énfasis sigue estando en la gracia. Somos "Su creación." Nosotros somos Su poema. Es su trabajo creativo, no el nuestro. Es tan fácil enfocarnos en la cosa incorrecta. Nuestras buenas obras no nos salvarán. Las buenas obras son producidas como resultado de Su obra en nosotros. Nuestras obras son el resultado de la justificación por la fe.

En Filipenses 2:12, el apóstol Pablo escribió, "ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor." Esta cláusula no sugiere las buenas obras para nuestra salvación. Los Filipenses ya eran "santos". La idea es de continuar a la semejanza de Cristo en su crecimiento espiritual. "Trabaja" tiene la idea de llevarlo hasta sus últimas consecuencias, trabajar hasta completarlo, finalizarlo, o mostrarlo. Trabaje lo que Dios ya ha trabajado cuando usted pone su fe en Cristo para salvarle. Llevar a cabo lo que Dios ha comenzado. Deje que el Espíritu Santo produzca Su fruto en su vida diaria.

El legalista cree que la gracia es "demasiado arriesgada para ser verdad", porque la gente la tomara hasta el extremo y la utilizara como una excusa para pecar. Pero la gracia no produce un deseo de pecar, porque hace exactamente lo contrario. Crea en nosotros el deseo de buscar la santidad.

El apóstol Pablo les dijo no trabajen por su salvación, sino trabajar la salvación que Dios ya les había dado. Es una obra de gracia. Sólo Dios podría capacitarlos para hacer esto porque Él está trabajando dentro de ellos (v. 13).

C. H. Spurgeon dijo: "El espíritu de la gracia gratuita es esta: si Dios me salva de nada, entonces yo le pertenezco a Él por siempre y siempre. Si Él me perdona cada uno de mis pecados, simplemente porque creo en Jesús, entonces yo odiare todo los pecados, y huiré de ellos. Si me concede el perdón sin ningún mérito, sino que de Su propia misericordia absoluta y buena voluntad, como Él ha dicho, "Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y tendré compasión del que yo tenga compasión;" entonces yo le amaré con todo mi corazón, alma, y fuerzas, hasta que el tiempo no será más. Ahora, por el amor que yo le tengo a Él, yo llevare una vida santa. Yo serviré a Dios con todo el poder de mí ser. La virtud que mencione antes, en mis propias fuerzas, ahora yo pediré la ayuda de Su Espíritu Santo. La bondad que pensé que tenía pero que nunca tuve, yo la buscare para tener como un regalo que Su gracia obró en mí, y yo, a causa de Su gran bondad en mí, viviré para Él, y a partir de ahora no me serviré a mí mismo o serviré al pecado, pero lo serviré a Él que me ha comprado con su sangre preciosa. Muchos no se someterán a esto, sin embargo, ellos nunca pueden ser salvos del pecado, a menos que se rindan a la sangre que compro a los siervos de Cristo. Cristo viene a salvar a Su pueblo de sus pecados, y los salvara de sus pecados: Ellos ya no estarán vendados en los poderes del mal. El Señor Jesús lleva a cabo esta salvación por el perdón gratuito y luego mueve sus corazones a ese gran amor de Dios, que ellos se convierten en amor con todo lo que es puro y santo, porque están llenos de odio de todo lo que es injusto, y malo y perverso , y sus vidas cambian totalmente. Lo que el principio de la ley hablo de hacer, pero nunca lo hizo, el principio de la gracia lo hace. Esta pone un nuevo motivo principal en el hombre. . . " (Sermones predicados por C.H. Spurgeon de Londres, vol. XVII, pp. 179-80).

La simple fe lleva el alma a Cristo. Cristo mantiene viva la fe, y esa fe capacita al creyente para producir buenas obras para la gloria de Dios.

Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y "purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras" (Tito 2:14).

Nosotros no somos salvos por los méritos de las buenas obras, sino por la gracia gratuita de Dios. El fruto de la gracia gratuita es buenas obras de justicia que glorificaran a Dios. Nosotros somos salvos por la gracia para servir.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin