El apóstol Pablo revelo la esencia misma de la vida cristiana, cuando escribió: "Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia" (Filipenses 1:21). Pablo declaró que su pasión de la vida es conocer a Cristo.

Yo cuento todas las cosas como pérdida de lo que yo podría valorar la experiencia del conocimiento personal de Cristo Jesús, mi Señor. Yo cuento todos mis propios esfuerzos como una pérdida para que yo pueda ganar a Cristo, y ser hallado en Él. Quiero una justicia que viene sobre la base de la fe en la muerte expiatoria de Jesucristo. La pasión de mi vida es ¨a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos" (3:10 - 11).

 ¿Ha tomado Cristo el control de tu vida? Como un luchador, el apóstol Pablo dice, Cristo se asió de mí, y ahora quiero asirme de él. ¿Tiene usted esta misma pasión del apóstol? Yo quiero a Jesucristo y nada más en la vida le satisfará una vez que usted consigue un gusto de Su vida.

Cuando usted viene a una relación íntima de amor con Cristo, usted quiere celebrar Su gloria en cada oportunidad. Usted anhela ver Su cara y escucha Su voz y siente Su toque y camina de la mano con Él.

Él nos espera, "Ven y síguele" y confía en Él para cada provisión en cada paso del camino.

Esta era la pasión del Apóstol Pablo.

Hace la nueva vida en Cristo tan dinámica en todo lo que sucede en nuestras vidas, Dios nos conforma a la imagen de su Hijo. "Que yo pueda conocerlo, y el poder de Su resurrección" es el Espíritu de Dios obrando en la persona interior. Es Cristo a través de Su Espíritu Santo en el corazón, arraigado y cimentado en el amor, lleno de la plenitud de Dios.

No hay otra manera de vivir la vida cristiana para la gloria de Dios. Él nos invita a que nos hagamos disponibles para Él. Cuando lo hacemos, el Espíritu Santo nos da libertad de acercarnos al Padre y conseguir nuestra fuerza de Él.

Esta es la manera que el creyente glorifica a Dios. Cuando nosotros escuchamos al Espíritu Santo, y le obedecemos, nosotros siempre glorificaremos a Cristo. Esta es la agenda divina. El Espíritu Santo nunca se glorifica a sí mismo. Su único objetivo es exaltar a Jesucristo. Cuando yo soy obediente al Espíritu, siempre exalto a Cristo para la gloria de Dios Padre.

Dios es soberano, y Él está siempre a cargo de Su propia agenda.

Cuando yo oro para que yo pueda conocer a Cristo y el poder de Su resurrección y la comunión de Su sufrimiento, quiero ser fortalecido con el poder del Espíritu Santo en el hombre interior más íntimo de mí ser. Yo quiero que él se instale y se haga  mi casa en mí ser principal.

¿Hay algún tiempo en que Él no está disponible para mí? Nunca. Con la nueva vida, tengo un nuevo camino, una nueva entrada en la presencia viva de un Dios santo y justo. Yo no vengo a mi manera, yo vengo  a Su manera a través de Su justicia que Él ofrece al pecador que cree. Él nos ha dado una nueva identidad "en Cristo", con un nuevo poder y una nueva pureza.

¿Por qué permanecer en el camino viejo que recorre  el mismo camino antiguo de la propia justicia cuando Jesucristo ha proporcionado un nuevo camino por medio de Su gracia salvadora?

La nueva vida comienza en la cruz y termina en la presencia de Dios en el cielo.  A lo largo del camino es la alegría de conocer el amor de Cristo, que sobrepasa todo conocimiento y las experiencias humanas. La nueva vida con su nuevo camino es uno "que puede ser llenado hasta la plenitud de Dios."

Ya que Dios es capaz de hacer abundantemente más allá de todo lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, podemos confiar en Él,  para el mejor camino que es lo mejor de Dios.

La antigua forma de normas y reglamentos ata y esclaviza la nueva vida en el Espíritu. La gracia de Dios, dada libremente en Cristo te libera para vivir Su camino. "Estad, pues firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud" (Gálatas 5:1). El viejo camino anda alrededor con ese yugo. La nueva forma de vida en el Espíritu es por la fe que actúa por amor.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin