Los Resultados de la Fe: Justificación

La persona que cree en Jesucristo, no es condenado, pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios (Juan 3:18).

Esta declaración de gran alcance en la salvación por la fe en Jesucristo indica que el creyente se encuentra en un estado permanente de condena porque no ha puesto su fe en Cristo. Se ha negado a entrar en un estado de la fe en Cristo.

La persona que pone su confianza en Cristo no está siendo juzgada. Su juicio por la pena del pecado ya ha tenido lugar. Sin embargo, la persona que no es creyente ya ha sido condenado y sometido a juicio. La razón de este juicio es que no ha puesto su confianza en el nombre del único Hijo unigénito de Dios. Él está en un estado de incredulidad.

Poner su confianza en Cristo Jesús elimina la condena, porque El toma nuestro lugar y paga la pena por el pecado de todos los que ponen su problema del pecado en sus manos (Romanos 8:32 f).

El apóstol Juan declara la verdad salvadora muy claramente. La persona que pone su fe en Jesucristo como su Salvador no entra en juicio. Jesús dijo enfáticamente: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a la vida" (Juan 5:24).

El juicio ya ha sido pasado a la persona que se niega a confiar en Cristo como su Salvador.

El no creyente ya está condenado. El creyente en Jesucristo, por el contrario, está bajo "ninguna condenación" (Romanos 8:1). El "no será condenado" (Juan 5:24).

¿Qué debe hacer para ser condenado? Nada. ¿Qué debe hacer para que se pierda? Nada. "El que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios" (Juan 3:18 b). Lo contrario también es cierto. "El que cree en Él [Jesucristo], no es condenado" (v. 18a). "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo" es la simple verdad de la salvación del Evangelio.

Usted no puede perderse por confiar en Cristo Jesús, pero si se pierde si usted no pone su confianza en él. Cuando Dios salva, no es por algo que usted haga o posea alguna virtud.

"El que cree no es condenado." El momento en que tú crees en Cristo no estás condenado, porque eres justificado. El juicio y la condena son removidos. Esto será tan cierto como un millón de años a partir de ahora. La persona que cree en Cristo nunca podrá ser condenado de nuevo. Es removido de una vez y por todas. Él tiene una nueva relación y un derecho ante Dios. "El que cree en él no es juzgado." ¿Por qué? Debido a que "la sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado."

En el momento en que una persona pone su fe en Cristo, se libera de toda condenación-pasada, presente y futuro. A partir de ese momento se encuentra en los ojos de Dios como si estuviera sin pecado. Toda su culpabilidad ha sido tomada de él y puesta en Cristo. ¡El Cordero de Dios se ha levantado y llevado todos nuestros pecados! Ya que es verdadero que nuestros pecados no pueden estar en El y en nosotros, al mismo tiempo. Ya que todos los pecados de los creyentes están en Cristo, el creyente ha sido puesto en libertad, absuelto y justificado. Porque sus pecados son de Cristo, que se han ido para siempre "en la medida de cómo está el oriente del occidente." Ellos son borrados, son removidos de nosotros para siempre. El los echó en las profundidades del mar. Ellos siempre están bajo la sangre de Jesús.

Si usted ha puesto su fe en Jesucristo para salvarse, Dios no te ve como un pecador, sino como un santo. Él te acepta como si tú fueras perfecto. La justicia de Jesús Cristo está en ti a causa de la muerte sustituta de Jesucristo. Dios imputa sus pecados en Cristo, y Él imputó la justicia de Jesucristo en usted, cuando creyó en Cristo como su Salvador (2 Corintios 5:21).

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin