Jesucristo vino a salvar a los pecadores.

Dios justifica al impío.

La Biblia dice, "más el que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia" (Romanos 4:5).

La salvación es todo de gracia, lo que significa que es libre, gratis, no te cuesta nada. Eso no quiere decir que es barato porque esto le costó a Dios su Hijo. Sobre la base de la muerte expiatoria de su Hijo, Dios ha hecho posible que la persona impía permanezca en una relación correcta delante de él.

Dios da al pecador que confía en Jesucristo como su Salvador plena seguridad de que está justificado por la fe en Cristo, y Él trata entonces el pecador que cree, como si hubiera sido perfectamente justo, heredero y coheredero con Cristo.

Auto-justicia es siempre una ilusión. Es auto-engaño. La Biblia declara: "No hay justo, ni aun uno".

Para justificar a los impíos es un milagro de Dios. Ningún pecador puede justificarse a sí mismo. Sólo Dios puede justificar a los impíos. "El alma que pecare, ciertamente morirá". "La paga del pecado es muerte". Su gracia se inclina y se encuentra con nosotros en nuestro peor estado. Somos impíos y merecemos la pena de muerte

Ninguno, solo el Señor Dios ha pensado alguna vez de justificar a los impíos, y sólo Dios es capaz de hacer eso.

¿Cómo puede Dios, posiblemente, tratar a la persona impía como justa? Sólo hay una solución, Jesús Cristo murió como sustituto de mi impiedad. Dios es capaz de tratar a los culpables con gran misericordia, y los impíos, como si hubieran sido siempre santos a causa de la muerte sustituta de Jesucristo.

Por su propia sangre preciosa, Jesucristo realmente ha guardado en su sitio nuestro pecado, y basado sobre aquel hecho, por el amor de Cristo, Dios trata con el pecador según las riquezas de su misericordia. Por la gracia de Dios, Dios justifica al impío. Jesucristo se hizo pecado, para mí, y murió.

Él, además, borra todos nuestros pecados, y echa todos nuestros pecados detrás de su espalda, aun quitándolos en la medida de cómo está el oriente del occidente.

¿Cómo en el mundo puede un Dios justo y santo, posiblemente, justificar a los impíos? Romanos 3:21-26 nos da la solución de Dios. La única manera que Dios puede ser justo y el justificador de los impíos es por Jesucristo muriendo como un sacrificio expiatorio sustituto por mis pecados. Jesús es la propiciación por mis pecados que Dios puede ser justo. La salvación es posible sólo porque Jesús murió como un sustituto en mi lugar. Jesús reivindicó el derecho de morir como mi sustituto. Jesús llevó la sentencia por el pecador creyente.

Jesús Cristo llevó la pena de muerte en nombre de todos los que creen en él. Dios puede pasar por sus transgresiones, porque colocó los pecados sobre su Hijo unigénito, que luego murió por ellos. Cree que Jesús llevó sus pecados. El eliminará en la medida de cómo está el oriente del occidente.

Dios justifica al impío pecador que cree en Jesucristo. La persona que confía en Jesús como su Salvador por completo no va a pasar la eternidad en el infierno, pero si en el cielo con el Señor Dios.

Toda persona que pone su confianza en Jesucristo puede afirmar que la muerte expiatoria de Cristo fue hecho en su nombre. Por la fe el pecador creyente ha puesto sus manos sobre la cabeza de Jesucristo, y haciendo así ese sacrificio su propio. Nuestro perdón ha sido escrito con la sangre de Jesucristo.

Es el Dios que justifica al pecador que cree a través del sacrificio expiatorio de Su Hijo. Sólo Dios puede justificar a los impíos, y lo hace en Cristo.

Mi única esperanza de salvación y vida eterna se encuentra en el sacrificio expiatorio completo de Jesucristo en la cruz por los impíos. A no ser que la sangre de Jesucristo me limpie de toda mi impiedad, que nunca tendré la oportunidad de ir al cielo.

¿Es usted un impío, pecador atado al infierno? ¡Oh, ven a Jesús y cree en Él¡, porque Dios justifica al impío que invoca su nombre. "Por gracia sois salvos por la fe" en Jesucristo.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin