Sí, pero Dios

Dos de las más hermosas palabras en la Biblia son "pero Dios".

Nosotros somos pecadores totalmente depravados que no podemos ganar o merecer en modo alguno, una relación correcta con Dios. Antes de ser cristiano, yo estaba "muerto en delitos y pecados" (Efesios 2:1). Yo "anduve en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el hijo que ahora opera en los hijos de desobediencia" (Efe. 2:2). Yo también "viví en otro tiempo en los deseos de la carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás" (Efe. 2:3).

Ese es un panorama feo, pero es la verdad de mi vida antes de que Cristo me conquistara.

Es el triste estado de cada persona lejos de Cristo. Cada uno de nosotros hemos fallado en los ojos de un Dios santo y justo. Nosotros somos pecadores. Nuestras vidas no traen gloria a Dios. Debido a que somos pecadores, no podemos agradar a Dios con nuestra propia justicia y obras religiosas, no importa cuán buenos sean nuestros motivos y nuestras obras.

Sí, "Pero Dios." Cuán hermosas son esas palabras para el pecador depravado.

Sí, “pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó" (Efe. 2:4).

El mismo santo y justo Dios tuvo ¨misericordia¨ de nosotros. La palabra significa bondad, ayuda en el momento de necesidad. Se trata de una intervención activa de Dios para ayudar. Él es el Ayudante de los desamparados.

Él nos trata con misericordia, porque Él nos ama. Nosotros absolutamente merecemos la condenación eterna en un infierno eterno. Si usted está en desacuerdo con esa declaración, usted no entiende la gracia gratuita. Usted no está reclamando la gracia de Dios solamente en Cristo solamente para salvarle. Somos  indignos de la gracia gratuita de Dios. Nosotros merecemos la pena de muerte (Romanos 3:23; 6:23).

"Pero Dios. . . nos amó "(Juan 3:16; Rom. 5:6, 8).

"Pero Dios. . . nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados" (Efesios 2:5).

"Pero Dios. . . nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y nos resucitó con Él, y nos sentó con Él en los lugares celestiales en Cristo Jesús" (Efe. 2:6). ¡Esa es la gracia! Tenemos una completa nueva relación con Dios por la riqueza de Su amor, misericordia y gracia.

¿Muertos en transgresiones? ¿Muertos en pecados? Sí. Pero Dios realiza resurrecciones. Él alcanza a los pecadores, y los trae de nuevo a la vida espiritual. Él los llama, y Su voz trae vida a los muertos.

Nadie puede tomar el crédito, sino sólo Dios. Es el soberano Dios, la gracia gratuita que nos hace justos ante Dios.

"Pero Dios. . . . Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en Su bondad para con nosotros en Cristo Jesús" (Efe. 2:7). A través de toda la eternidad los redimidos cantarán "salvos por gracia." Nosotros somos trofeos de la gracia salvadora de Dios y seremos Su honor y gloria sólo a través de la eternidad (Apocalipsis 4:8-11; 5:9-14).

"Pero Dios” rico en misericordia, nos amó a nosotros, con Su gran amor, y nos dio vida juntamente con Él, nos resucitó con Él, y nos sentó con Él en una unión vital con Él y nos salvó por Su gracia.

Excepto por la voz de Dios, la Biblia, Su Palabra trae convicción de pecado, juicio y da vida al pecador, no habría esperanza para nadie.

Nosotros éramos objetos de Su ira, pero Dios con su gran amor con el cual Él nos amó tuvo misericordia de nosotros. Nosotros estábamos muertos, y los muertos no resucitan, pero Dios nos dio vida juntamente con Cristo. Nosotros éramos esclavos, muertos, sin poder, pero Dios nos resucitó con Cristo y nos puso en Su mano derecha, en una posición de honor y poder.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin