Dios me conoce, y Él todavía quiere continuar una relación personal conmigo. Eso es realmente asombroso. Él conoce todo sobre mí, y todavía quiere disfrutar de mi compañerismo con Él.

¿Qué significa conocer a Dios? ¿Cómo se llega a un conocimiento personal íntimo de Él?

No estoy pensando en conocimientos intelectuales o hechos acerca de Él, pero la importancia de conocer a un amigo cercano.

El apóstol Pablo oró para que los creyentes conocieran a Dios el Padre, que nos escogió, Dios el Hijo nos redimió, y Dios el Espíritu Santo aplica la salvación para nosotros personalmente a través del nuevo nacimiento. ¿Ahora que Él me ha salvado tengo un conocimiento cada vez mayor de Él? Quizás en nuestra apretada agenda y las presiones de la vida moderna, nosotros debemos preguntarnos ¿Aún quiero esto?  ¿Cómo tiene mi  hambre por Dios un lugar adecuado en un mundo complejo?

En Efesios 1:17-19 el apóstol Pablo oró que Dios daría a los creyentes "el Espíritu de sabiduría y de revelación. . . para conocerlo mejor. "Pablo quería que ellos tengan un" verdadero conocimiento de Él. "Pero usted dice, ellos ya lo conocían como su Salvador, y habían obtenido la vida eterna. Pero lo que estoy preguntando es ¿Ha puesto Dios dentro de tu corazón un hambre  para conocerlo mejor?

Con cada relación en la vida, nosotros tomamos decisiones deliberadas en cuanto a si queremos continuar la relación. Dios nos ha invitado a llegar a conocerlo mejor. ¿Hemos respondido a esa invitación? ¿Tenemos esto, "nosotros" lo sentimos con Él? ¿Hemos dado los primeros pasos vacilantes y  nos hemos detenido? ¿Hemos alcanzado un mismo nivel espiritual, y ahora es tiempo para responder a una mayor instrucción en Su Palabra?

Ha abierto el Espíritu Santo los "ojos de nuestros corazones" para que podamos conocer "la esperanza a la cual Él nos ha llamado, las riquezas de Su gloriosa herencia en los santos, y Su poder incomparable para nosotros los que creemos"?

La oración de Pablo para el conocimiento de Dios se basa en una petición para tener un mayor conocimiento de la gracia salvadora de Dios. Dios toma la iniciativa y nos invita a una relación personal de toda nuestra persona. Es una relación permanente basada en el conocimiento asombroso que Él me conoce y desea una relación permanente personal conmigo.

Tal vez Pablo tenía en mente la gran oración de Jesús: "Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3).

¿Lo conoces? ¿Quieres conocerlo mejor? Es cierto que tenemos mucho más que aprender acerca de Él en Su Palabra. Conocer acerca de Él es importante, pero conocerlo personalmente es más importante. Nosotros debemos actuar sobre lo que hemos aprendido en Su Palabra.

¿Cómo puedo llegar a conocer mejor a Dios en Su relación personal conmigo? Esta comienza con un hambre y sed para que el Espíritu Santo revele a Cristo en mi alma. Él hace que la Palabra de Dios sea viva en mí ser interior. Tal conocimiento no es encontrado separado de un estudio de las Escrituras. Es  cuando la persona se sienta a los pies de Jesús, Dios abre Su corazón para revelarse a Sí Mismo. Es un tiempo que pasamos con Dios de rodillas con la Palabra, que resulta en un conocimiento profundo de Él. Usted no puede conocer a una persona real sin pasar tiempo con él o ella. No podemos conocer a Dios sin pasar tiempo en Su presencia. Nosotros sabemos la verdad acerca de Sus atributos, de Su Palabra revelada, cuando el Espíritu  las aplica a nuestras vidas, y cuando actuamos sobre ese conocimiento, nosotros lo experimentamos personalmente.

Dios nos eligió, y nos llamó "para ser santos y sin mancha en Su presencia", como Sus hijos adoptados. Nosotros crecemos en nuestro conocimiento de Dios, cuando nosotros nos hacemos más como el Señor Jesucristo en todos los sentidos, todos los días. A medida que crecemos en el conocimiento de Su gracia, nosotros crecemos en Su semejanza. Un día le conoceremos en el carácter perfecto. Mi oración es que Él apresurara ese día, hoy vivimos en la tensión del aquí y ahora y lo que está por venir.

Debido a que somos Su posesión única, comprada por su sangre, para "participar de la herencia de los santos en la luz" (Col. 1:12). Dios tiene ricas bendiciones reservadas para los que llegan a conocerlo mejor. ¿Estamos reclamando nuestra herencia ahora? Sólo podemos, cuando le conocemos íntimamente. El apóstol Pablo dijo, "Sabemos poco, y sabemos de manera imperfecta." Un día maravilloso cuando Él venga le conoceremos completamente y perfectamente.

¿Lo conozco en el poder de Su resurrección? Esto es conocer el poder de Dios por la experiencia personal. ¿Conozco el poder que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos? El conocimiento de Dios es experimentado en el poder de la resurrección de Cristo en nuestras vidas hoy. ¡Oh, Dios, que te conozcan hoy a ti!

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin