Nuestra Pasión Suprema

 

El cristianismo auténtico está centrado en Dios, ama al Señor Dios con todo el corazón, alma, mente y fuerza. La evidencia de un verdadero conocimiento de Dios es una obsesión con la gloria de Dios manifiesta en la persona del Señor Jesucristo.

La gran pasión del creyente es la gloria de Dios porque él ha sido testigo de la grandeza, majestuosidad y la excelencia de Dios el Señor a través de los ojos del Señor Jesús; y después él no puede seguir siendo el mismo.

La gloria de Dios es la suma de todos los atributos de Dios. Se resume todo en la impresionante belleza de Sus perfecciones divinas. Él es perfectamente e infinitamente glorioso.

La gracia de Dios nos libera y nos permite vivir para Su gloria. Sin Su gracia, no podemos hacer nada que honrará y complacerá a un Dios justo y santo. Lo que hacemos en nuestras habilidades sólo deshonrará  Su glorioso nombre. Si lo toco con mis manos, lo arruinará porque soy pecador. Sólo si lo que hago es cubierto por Su sacrificio expiatorio, será aceptable para un Dios santo.

Esta es nuestra responsabilidad atribuir la gloria que es debido a Su persona maravillosa. No podemos añadir a Su gloria ya perfecta. Nos gloriamos en Su nombre cuando lo adoramos y vivimos con la convicción que Sus perfecciones son características de Su persona.

Nosotros vivimos en una forma que puede reflejar Su gloria. El pecado es traer deshonra, y destitución de Su gloria. La pasión del cristiano es vivir un estilo de vida que es la alabanza de Su gloria. Si esa es nuestra pasión suprema, redefinirá nuestra vida diaria, y no seremos capaces de separar nuestra vida personal de nuestra adoración del Dios vivo.

Es trágico ver a un hombre egoísta, centrado en el hombre, sesudo humanista-cristiano en nuestras iglesias.

Si nuestra pasión suprema es darle gloria a Dios el SEÑOR, redefinirá nuestra forma de vida, nuestros objetivos, métodos y propósitos en el ministerio. Significa que vamos a vivir cada momento de nuestras vidas para alabanza de Su gloria. La atención se centra sólo en Él. Con nadie Él compartirá su gloria.

Un cristianismo auténtico vital resulta en una consagración de la persona entera para el Señor Jesucristo. Esto toma en serio el propósito de Dios en nuestra santificación para transformarnos en la imagen y semejanza de Jesucristo. El misterio de Dios en traer gloria a sí mismo es "Cristo en vosotros, la esperanza de gloria" (Colosenses 1:27). Nuestra responsabilidad en el ministerio es "a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre" (v. 28).

Nosotros estamos siendo transformados cuando contemplamos a Cristo con nuestros ojos espirituales. El apóstol Pablo dijo, "Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu" (2 Cor. 3:18). Nuestra responsabilidad es "contemplarle" en la gloria de Su carácter divino con nuestros ojos espirituales. Cuanta más cerca nos mantenemos de Cristo, más rápido es el cambio en nosotros. Llegamos a ser como aquellos con quienes nos relacionamos. "Cuando él se manifieste, seremos semejantes a Él" (1 Juan 3:2). Nuestro carácter será conformado a Cristo. Si vamos a ser como Cristo, debemos vivir más cerca y más cerca de Él. Tenemos que conocerlo y ver la vida a través de sus ojos.

Cuando nosotros somos transformados en la imagen de Cristo, los hombres le verán a Él también. Nuestras vidas son transformadas. Se hará evidente que hemos estado con Jesús por la forma en que conducimos nuestros negocios, y nuestra vida personal. Cristo es paciente, amable, no es celoso, no es jactancioso, no es arrogante, etc. Eso es lo que significa ser conformados a la imagen de Cristo. La justicia que es Cristo, da evidencia de Su justicia y por lo tanto el Padre es glorificado.

Además, el secreto de la transformación es "Cristo vive en mí" (Gálatas 2:20). Si Cristo vive en mí, no puedo fallar en ser cambiado de gloria en gloria en Su imagen. Si permanecemos en Él, y Él en nosotros, es imposible no dar fruto en Su semejanza (Juan 15:5). Por la fe que ponemos en Cristo. Debemos dejar que Él viva en nosotros y  trabaje en nosotros para ser hacer su buena voluntad.

Esto es nuestra responsabilidad entregarnos enteramente a Él. Jesucristo viene a morar en nosotros, y es nuestra vida. Comienza con un compromiso con Cristo y un compromiso diario de nuestras vidas a Cristo. Nosotros le entregamos nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestro caminar, etc. Señor Jesús, me entrego a ti, y me muevo en y con Él. Nosotros permanecemos en Él. Él permanece en nosotros. Por la fe, nos despojamos del hombre viejo y nos revestimos del nuevo en la semejanza de Cristo. Por la fe podemos considerarnos muertos al pecado y vivos para Dios. Estamos tan muertos como vivos estamos. Por la fe, nos damos cuenta de que nuestra vida cada día es Cristo que vive en nosotros. Por la fe podemos permitir que el viviente, amoroso, glorioso, resucitado Cristo  se convierta en nuestra morada. El vínculo con Cristo es tan poderoso, que es descrito, y nuestro ser en Cristo y su morada en nosotros. ¡Nosotros somos Su nueva morada! Nosotros somos transformados continuamente a medida que le permitimos reinar y gobernar dentro de nosotros. Él somete todas las cosas a Él (2 Cor. 5:17). Es el Cristo vivo trabajando en nosotros que nos transforma y nos conforma a Cristo.

¿Se ha convertido Jesucristo en la pasión suprema de su vida? Esto libera el alma y le libera para ser todo lo que Dios quiere que usted sea en Cristo Jesús. Yo los invito a acompañarme en esta aventura amorosa con un Señor y Salvador glorioso y maravilloso. No hay otro como Él. Esta pasión suprema para glorificar a Dios define la manera cristiana de la vida, incluyendo nuestro testimonio y nuestra adoración.

No hay mayor pasión del alma que vivir en la expectativa para esa gloria manifiesta a través de toda la eternidad por el pueblo redimido de cada tribu y nación; delante de Su trono. Nos uniremos en ese cuerpo glorioso redimido, cantando:

"Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: "¡Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir". “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. ". . . Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: "Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación. "El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza" (Apocalipsis 4:8, 11; 5:9, 12).

 

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin

 

 
    Mensaje por Wil Pounds y todo el contenido de esta página (c) 2017 por Abide in Christ, Inc. Cualqier persona es libre de usar y distribuir este material, pero no puede ser vendido bajo niguna circunstancia, y sin la autorizacion del autor. Cotizaciones de escritura de la Santa Biblia Reina y Valera Revision 1995. Usado con permiso.  "RVR1995" are taken from the Reina-Valera 1995 version. Copyright © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Used by permission. Escritura citas de  "LBLA" es la Biblia de las Américas (c) 1973, y la actualización de 1995 por la Fundación Lockman. Usado con permiso.

     

  • Google
      Web www.AbideInChrist.org
 

SELAH 365 Devocionales Diario

Índice de 365 devociones y arrancadores de sermones.

 

Christo en Antiguo Testamento

Estudiar el tema principal de la Biblia con estas profecías y tipos en el Antiguo Testamento de la venida del Mesías, Jesucristo.

Sermones Expositivos

Sermones gratis y estudios bíblicos indexados por referencia bíblica y estudios doctrinales.