Dios el Padre nos ama tanto como Él ama a su Hijo, Jesucristo.

Ya que es una declaración verdadera, ¿Alguna vez podemos tener otro pensamiento de ansiedad o una actitud rebelde hacia Él? Porque nuestro Padre Celestial nos ama con un amor, como Él tiene por Su hijo,  Dios quiere Su perfecta voluntad, sus propósitos eternos para cada uno de nosotros. Él cuidará de nosotros de la mejor manera posible (Sal. 23:1; Efe. 1:3). Es absolutamente seguro poner nuestra confianza en un padre perfecto.

 “Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo" (Salmos 103:13-14).

Jesús vino a revelar el SEÑOR Dios como un Padre amoroso y bondadoso (Juan 14:7-9; Mat. 11:27). Es sólo en la revelación de Dios por el Señor Jesucristo que la idea de Dios el Padre es completamente desarrollada. El título de "Padre" es un rasgo distintivo en el Nuevo Testamento en la enseñanza de Jesús, especialmente en el Evangelio de Juan. Él revela a Jehová Dios como el Padre. Él no es el Padre de todos los hombres, sino sólo de aquellos que vienen a Él a través de Jesucristo. "Nadie viene al Padre sino por mí" (Juan 14:6). Hay una distinción entre Dios como nuestro Creador y como Padre para el creyente.

Dios es un Padre bueno y perfecto (1 Juan 3:1-2; Juan 10:15; 14:2; Efe. 3:14; Fil. 2:11).

Nosotros hemos sido adoptados y colocados como Sus hijos en Su familia. Él nos eligió para ser Sus hijos, por lo tanto, debemos permitirle que se ocupe de las responsabilidades como un Padre amoroso.

¿No valéis vosotros mucho más que los pajarillos? Como un Padre amoroso, Él siempre tiene un mayor cuidado de Sus hijos (Mateo 6:24-26, 30-33).

Dios se ha revelado como un verdadero Padre, lleno de amor y misericordia. ¿Le respondo como Su hijo?

El Padre da lo mejor a Sus hijos (Mateo 7:11; Luc. 11:13). Él incluso nos da Su reino (Lucas 12:28-32). El contexto, como en Mateo capítulo seis habla de todas nuestras necesidades. Nuestro Padre celestial quiere dar mucho más de lo que somos capaces de recibir.

Ya que esto es verdadero acerca de nuestro Padre, ¿por qué deberíamos temer venir ante Él valientemente y pedirle? ¿Por qué deberíamos temer que Él nos falle en darnos lo mejor? Si Él fallará en suplir estas necesidades de Sus hijos, entonces Su propia integridad estaría en juego. Él  protegerá Su nombre porque revela Su carácter perfecto. Él siempre dará de tal manera que Su nombre sea glorificado.

¿Haré algo para despertar dudas a otros sobre la integridad y la fidelidad mi Padre celestial? Nuestras actitudes de duda emiten sospechas sobre la fidelidad de nuestro Dios. ¿Por qué nos atrevemos a difamar a nuestro Padre celestial cuando nosotros nunca emitimos alguna sospecha sobre nuestro padre terrenal?

Nuestra responsabilidad es confiar en un Padre amoroso. Nosotros vamos por la vida como Sus hijos actuando como si nosotros fuéramos huérfanos sin padre, Él se preocupa por nosotros. Él es digno de nuestra confianza y la confianza absoluta.

¿Ha tomado el tiempo para familiarizarse con su Padre celestial? ¿Conoce el "espíritu de adopción", que clama: ¡Abba, Padre! Qué trágico que muchos hijos están atrapados por un "espíritu de esclavitud".

¿Estoy dispuesto a confiar todos mis problemas a mi Padre celestial? ¿Por qué debería querer aferrarme a mis miedos, ansiedad, y preocupación egoísta, cuando Él está plenamente consciente de todas mis necesidades más profundas? Él está dispuesto a suplirlas de la mejor manera posible.

Una de las grandes necesidades que nosotros tenemos es la seguridad. El creyente en Jesús Cristo esta eternamente seguro, porque hay un doble agarre divino alrededor del creyente (Juan 10:28-30). Jesús nos enseña que nadie puede arrebatarnos de Sus manos seguras, y "nadie es capaz de arrebatarlas de la mano de mi Padre: Yo y el Padre uno somos".

¿Ha llegado a conocer a nuestro gran Dios y Salvador, como su padre?

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin