En Su gran oración sacerdotal, Jesús estaba orando por Sus presentes y futuros discípulos. Él Le dijo a Su padre: "Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad" (Juan 17:19).

¿Quiso decir Jesús que Él deseaba convertirse en santo? ¿Estaba orando Él por la perfección sin pecado? Por supuesto que no, esto habría sido imposible para el infinitamente Santo convertirse en santo. Él ya era perfectamente santo.

Jesús estaba usando la definición correcta de la palabra santo. Jesús fue apartado para la misión de hacer expiación por nuestros pecados en la cruz por tanto nosotros podríamos llegar a ser apartados para Dios. Un santo es aquel que es "apartado" para  la posesión y los propósitos únicos de Dios. Apartado como un santo es algo que Dios hace aparte del esfuerzo humano.

La persona que cree en Jesús Cristo es apartada para Dios cuando Dios lo alcanza en Su gracia y misericordia a través de la persona y la obra del Espíritu Santo, lo regenera espiritualmente y lo aparta para Su propia posesión.

Una de las grandes verdades de la reforma es: "Todo cristiano es un santo, y cada santo es un cristiano."

Cada creyente nacido de nuevo en Cristo es apartado del sistema mundial y ya no pertenece a su modo de vida. El creyente tiene un nuevo principio,  una nueva naturaleza, un nuevo reino, un nuevo amo, nuevas lealtades, un nuevo propósito y una nueva agenda en la vida.

"Todos los cristianos son santos y todos los santos, cada vez más deben ser santos."

Debido a este nuevo principio en la vida, el santo se hará progresivamente más y más como Su Señor y Maestro Jesucristo. La nueva naturaleza producirá un nuevo estilo de vida.

Además, porque usted es un "santo" usted seguirá creciendo en su firme compromiso con Cristo. Usted perseverará en la vida cristiana. Usted perseverará por la perseverancia de Dios con Sus santos. Usted será capaz de mantenerse firme hasta el final, porque Dios es fiel a Sus santos hasta el final. Debido a que Él persevera con nosotros, nosotros debemos perseverar. Nosotros debemos ser fieles, porque Él es fiel.

¿Cómo es posible todo esto? ¿Cómo podemos nosotros que somos débiles y espiritualmente enclenques ser santos?

Es porque usted está "en Cristo" y Él está "en usted." Cristo no puede morar en alguien que no está apartado para Él. El santo ha sido unido a Cristo en un cuerpo espiritual, de modo que lo que es verdadero de Cristo es también verdadero del santo.

Ahora nosotros vivimos y caminamos y tenemos en nuestro ser un nuevo entorno espiritual. El apóstol Pablo dice que Cristo "con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales en Cristo Jesús" (Efesios 2:6). Eso es lo que significa ser un santo. Él nos ha apartado para estar con Él en Su santa presencia.

Nosotros tenemos esta unión vital con Cristo, que no cambia. Es la esencia misma de nuestra salvación.

Separados de Cristo, nuestra condición espiritual es absolutamente inútil. Sin embargo, en Él, nuestra vida espiritual es gloriosa hasta el extremo.

Nuestra santidad obtiene la eternidad en el panorama. Esto cambia nuestra actitud hacia nuestras circunstancias actuales en la vida.

Dios nos da la gracia y el poder cada día para ser el tipo de persona que Él quiere que seamos. No hay otro medio de vivir la vida de un santo. La fuente de nuestra vida nueva está en la  elección de Dios el Padre antes de la fundación del mundo. Además, el fruto de esta nueva vida es la glorificación como el crecimiento pleno del hijo de Dios.

¿Está disfrutando de su santidad?

 ¿Cómo es su práctica como un santo de Dios?

¿De dónde saca la fuerza para vivir como un santo?

 ¿Entonces, cómo viviremos ya que Dios nos ha apartado para Él?

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin