¿Busca Usted una Vida más Profunda con Dios?

El apóstol Pablo oró: "A fin de conocerle…  " (Filipenses 3:10).

El difunto misionero de Sudáfrica Andrew Murray fue un hombre santo. En un momento en su vida, estaba pasando por una experiencia dolorosa. Murray en algún momento se quedó en silencio ante el Señor y luego escribió estas palabras para sí mismo: "En primer lugar, Él me trajo aquí, es por su voluntad que estoy en este lugar estrecho: en ese hecho descansaré. Luego, él me guardará aquí en Su amor, y me dará la gracia de comportarme como Su hijo. Entonces, él hará de la prueba una bendición, enseñándome las lecciones que El pretende que yo aprenda, y trabajando en mí la gracia que Él me concede. Por último, en Su buen tiempo, Él puede sacarme de nuevo-cómo y cuándo Él sabe."

El cristiano está aquí:

• Por designación de Dios,

• En Su cuidado,

• Bajo Su formación,

• Para Su tiempo.

Ningún hombre natural puede producir ese tipo de vida. Esta viene como un subproducto de una vida llena del Espíritu. Es el fruto de la sumisión paciente a la perfecta voluntad de Dios.

"Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios" (Mateo 5:8).

Dietrich Bonhoeffer, dijo, "la voluntad de uno siempre debe ser abandonada a la voluntad divina, esa voluntad propia debe ser entregada, si la voluntad divina es manifestada."

Por supuesto, la clave de todo en la vida cristiana está "en Él". Todo lo que nosotros perfectamente podríamos esperar de Dios, y pedirle, se encuentra en una relación íntima de amor personal con Jesucristo.

Esta vida es la manifestación de una vida vivida cerca de Dios y en la luz de Su santa presencia. Esa es la nueva vida en Cristo.

¿Cómo experimenta usted un caminar tan santo?

"Ningún hombre tiene derecho a estar tan inmerso en la vida activa como para descuidar la contemplación de Dios", dijo Agustín de Hippo.

¿Ha ido usted ante Dios y le ha pedido que extienda su alma, que le dé una intensa hambre y sed de Dios? Jesús dijo: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados" (Mateo 5:6).

¿Lo tiene abrumado la riqueza de la comunión con Dios? Que Dios extienda su alma, para  que nosotros contengamos más de Él y ser una mansión apta para nuestro Señor.

¿Tiene usted un hábito de conversación constante con Dios? ¿Habla con Él como si usted fuera un fiel compañero durante todo el día? Vaya por una larga caminata en un parque o en el bosque y hable en voz alta a Dios. Crezca diariamente en esa clase de comunión con Él.

"Señor, no puedo hacer lo que me estás diciendo que haga, a menos que vayas conmigo". "Señor, esto es imposible. Sólo Tú puedes hacer esto. Tú tendrás que hacer esto por mí. Me hago disponible a toda Tu disponibilidad".

Nada sobre la faz de la tierra puede tocar al creyente sin la voluntad de Dios, y en esa situación sin embargo, el mal sólo puede llevarnos más cerca de Él.

¿Ha aprendido a viajar hacia su interior e ir más profundo en la vida a la morada secreta de su alma para encontrar el gozo profundo de su unión vital con Cristo? Es allí donde nos comunicamos con El en silencio y escuchamos Su voz. Nosotros le damos a Él la libertad para entrar en nosotros y hacernos conscientes de Él en cualquier momento (Efesios 1:15-23).

Dios nos está buscando, incluso antes de que nosotros pensemos que estamos buscándole a Él. Él siempre está allí en las sombras esperando, mirando, escuchándonos para que le llamemos, así Él  puede responder con la plenitud de Su gloria. Es una práctica silenciosa, persistente en la transformación de todo nuestro ser, día y noche en oración, adoración y entrega, hacia Él, quien nos llama en el fondo de nuestras almas, para que conozcamos el espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él. Mi respuesta personal y espiritual a la presencia del Espíritu Santo, que sea constante, después de semanas, meses y años de práctica y errores, fracasos y retornos. Es un crecimiento, la experiencia de aprendizaje en la confianza diaria. Nosotros podemos tener "los ojos de nuestro entendimiento iluminado y conocer la esperanza de Su llamado en nuestras vidas." Incluso ahora, podemos comenzar a disfrutar de las riquezas de la gloria de Su herencia.

Tome tiempo ahora para ofrecer a Jesús todo su ser en una entrega total alegre y desinteresada.

¿Conoce usted la voz suave, la bendición que viene en la entrega de nuestra voluntad y el abandono de nosotros mismos a la presencia del Espíritu Santo?

Tome tiempo hoy para comenzar a recuperar el sentido de conciencia de la presencia de Dios.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin