Mirad, cómo Él nos ama.

Jesús lloró en la tumba de Su amigo Lázaro. Los judíos que lo vieron se dijeron unos a otros: "Mirad, cómo le amaba" (Juan 11:35-36).

C. H. Spurgeon dijo a su congregación en Londres, "Aquí la mayoría de nosotros, yo creo, no son meros espectadores, pero tenemos una parte en el amor especial de Jesús. Nosotros vemos evidencias de aquel amor, no en las lágrimas, pero en la preciosa sangre que Él libremente derramo por nosotros… ¡Mirad, cómo Él nos ama!

¿Alguna vez se ha preguntado dónde o cuándo Él por primera vez le amo? Con plenitud de corazón, podemos decir: "! Mirad, como Él me ama!" ¿Es el comienzo de ese gran amor cuando nosotros primero creímos? ¿Podría haber empezado cuando él murió por nosotros? Al reflexionar de nuevo en nuestras vidas y de Su amor por nosotros no hay ningún tiempo cuando Él no nos amó.

Cuando consideramos el comienzo de Su amor por nosotros, este nos lleva más allá de nuestra creación en la eternidad pasada.

En la eternidad pasada, Jesús se identificó con nosotros y pacto para redimirnos.

De la eternidad pasada, Jesús miró hacia el futuro lejano en Su perspectiva divina y vio la ruina desastrosa del pecado en nuestras vidas y decidió hacer algo al respecto. En la eternidad pasada Jesucristo tomó nuestra causa y prometió ser la garantía del pacto eterno de Dios. Jesús sabía que el hombre pecador nunca podría cumplir con las exigencias del pacto con Dios el SEÑOR. Por lo tanto, Jesús prometió cumplir con la parte del pacto del hombre. Él lo hizo en nuestro nombre, mucho antes de que fuéramos capaces de tener una parte de él.

Jesús se comprometió a morir por nosotros al dar Su vida como rescate por nuestros pecados. Era un pacto unilateral a través de Su propia sangre, porque está sellado "por la sangre del pacto eterno" (Hebreos 13:20).

No fue bilateral porque lo hizo en la eternidad pasada, El Mismo sin preguntarnos. Es eterno, y porque es por Su gracia es inmerecido. Jesús sabía que nosotros nunca podríamos poner remedio a nuestro problema del pecado, entonces Él entro en acción, y en Su amor y misericordia lo hizo por nosotros.

En este gran acto de amor Él se unió con nosotros para que Su vida se hiciera nuestra vida, Su muerte se hiciera nuestra muerte, Su sepultura se hiciera nuestra sepultura y Su resurrección se hiciera nuestra resurrección. ¡Qué amor!

¿Por qué Jesús hizo eso? Cuando Él nos amó primero. Mirad, ¡qué clase de amor que Él tiene para usted y para mí! Incluso antes de que nosotros naciéramos, incluso antes de la creación, incluso antes de la caída, incluso antes de que nosotros pecáramos, Su gran amor fue dado por nosotros. Mirad, ¡cómo Él nos ama!

"Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!" (Gálatas 4:4-6).

De nuevo, nosotros sólo podemos exclamar: "! Mirad qué clase de amor que Él tiene para nosotros!" Nosotros nunca podemos perder esa adopción. Es la garantía  en la eternidad por la sangre del Hijo de Dios en el Calvario, y sellados por el Espíritu Santo en el momento que creemos en Cristo como nuestro Redentor.

Lo que nuestro Redentor planeo en la eternidad pasada antes de la fundación del mundo, Él lo logró en el cumplimiento del tiempo, y es garantizado por Su resurrección para toda la eternidad. Cf. Romanos 8:37-39; Juan 15:13; 3:16; Gálatas 4:4-6.

Aunque nuestra salvación fue planeada en la eternidad, y Cristo cumplió ese pacto eterno con Su propia sangre en el Calvario, no es automático.

Jesús nos llama personalmente y persistentemente hasta que nosotros respondemos  "al dulce poder de Su gracia".

¿Ha respondido en dulce sometimiento a Su amor abundante y a Su gracia? ¿Tiene usted ojos sólo para Jesús? ¿O el Espíritu Santo aún le persigue y le ruega para que ponga su fe en Jesucristo?

"Mirad, cómo Él nos ama", pero, como Spurgeon preguntó: ¿Alguna vez alguien le dijo?: "¿Mirad cómo él o ella ama a Jesús"? Pueden sus amigos decir de usted y de mí, "¿Mirad qué clase de amor que él o ella tiene de Jesús"? "Mirad cómo ellos aman a Jesús". ¿Alguna vez alguien le dijo?: "¿Por qué le amas tanto?" ¿Por qué amas y sirves a Jesucristo?

¿Y cuando ellos le pregunten, Qué le dirá a ellos?

"Mirad, que clase de amor  . . ."

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin