El verdadero cristianismo "establece su afección a las cosas que están arriba, no en las cosas que están en la tierra".

El verdadero cristianismo está lleno de esperanza. La segunda venida es "nuestra bendita esperanza" (Tito 2:13), y "la esperanza de gloria" (Col. 1:27). Se trata de una "esperanza segura y verdadera" por su contenido específico se refiere al regreso de Jesucristo.

Dios promete al cristiano creyente la resurrección del cuerpo, la adopción de los hijos de Dios, y la reunión de la cosecha de Dios al final de los tiempos. La esperanza del cristiano es la confianza y la certeza basada en la seguridad de la Palabra de Dios, la Biblia. Dios dice que esto está por venir, nosotros podemos descansar  seguros y confiadamente en Su Palabra.

"Nosotros esperamos ansiosamente nuestra adopción como hijos, la redención de nuestros cuerpos. Ya que en esta esperanza nosotros fuimos salvos. Pero la esperanza que es vista no es la esperanza del todo. ¿Quién espera por lo que ya se tiene? Pero si esperamos por lo que todavía no tenemos, nosotros  lo esperamos pacientemente" (Romanos 8:23-25).

Con gran expectativa el apóstol Pablo espera "la redención de nuestro cuerpo" (v. 23). Pablo tiene en mente la resurrección de nuestros cuerpos, cuando la obra de Dios comenzó por la muerte expiatoria de Jesucristo, y continuó por la obra del Espíritu Santo en unirnos a Cristo y santificarnos-nosotros seremos completados.

Él tiene en mente el gran día de la consumación cuando Cristo regrese. Será la completa liberación del creyente. El creador que tiene la vida y la muerte en Sus manos disipará todas las tinieblas de la tumba y nosotros seremos libres al final.

Robert Haldane escribió, "Su luz solamente puede disipar las tinieblas de la tumba. Es sólo su mano que puede romper su sello y su silencio. "

Porque Cristo ha resucitado de los muertos es que nosotros tenemos esta bendita esperanza de la grandeza superior del poder de Dios para nosotros que creemos, de acuerdo con la obra de Su gran poder, la cual Él forjo en Cristo Jesús cuando Él le levantó de los muertos (Efesios 1:19, 20).

La redención del cuerpo habla de la resurrección corporal de los creyentes. El apóstol Pablo habla de nuestro ser vestido con el cuerpo inmortal e incorruptible (Rom. 8:11; 1 Cor. 15:43-55; 2 Cor. 5:2, 3; 1 Tes. 4:13-18; Fil. 3:21). Será un cuerpo preparado y equipado para la morada en el cielo. Este cuerpo de la humillación será conformado a la semejanza del cuerpo de Cristo en gloria (Fil. 3:20-21). El hijo de Dios espera ansiosamente la esperanza bendita y la gloriosa aparición de nuestro Salvador (1 Juan 3:1-3).

La salvación incluye nuestros cuerpos. Nosotros tendremos la completa redención del cuerpo y el alma. Estos cuerpos débiles y pecadores, que ahora nosotros poseemos, un día serán transformados en cuerpos sin pecado, fuertes, hermosos y gloriosos. Ellos serán como el cuerpo resucitado glorioso de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

La palabra en inglés "esperanza" en su uso moderno no comunica la profunda seguridad que Pablo hace hincapié en el original. No es un vago deseo débil, pero una firme seguridad en el poder y los propósitos eternos de Dios. En el contexto (v. 18) Pablo ya ha declarado que él "considera", "cuenta" calcula  y ha llegado a la conclusión razonada. La palabra esperanza "expresa una fuerte certeza y no duda" de que nada en esta vida puede ser "comparado con la gloria que se va a revelar a nosotros" cuando Cristo regrese. La gloria será revelada ¨en nosotros". En los años venideros todo está involucrado en nuestro ser como "hijos de Dios" se hará evidente y esto será una revelación para nosotros.

Es una impaciente, ansiosa, espera, que se extiende a nuestro ser buscando ese glorioso día. Incluso la creación inanimada, no los hombres, los ángeles o los demonios (v. 22), "espera con impaciencia la manifestación de los hijos de Dios" (v. 19).

Que trágico que la caída de Adán afecto también a toda la creación no humana. Cuando Dios creó el mundo Él vio que era buena, muy buena.

"La creación entera suspira y late con dolor," pero no son dolores de muerte, pero "dolores de parto". Por ello, "la creación entera gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora" (v. 22). Hay esperanza, expectativas de vida. Dios va a producir algo completamente nuevo, y toda la creación espera este acontecimiento glorioso (Isaías 11:6-9; Apo. 21-22).

Nosotros nos levantaremos de entre los muertos. Nuestra salvación es un anticipo de las cosas más grandes que Él va a hacer después. Lo que tenemos ahora en Cristo es real, pero no es todo todavía (1 Juan 3:2, 1 Cor. 15:44, 51; Fil. 3:21).

Con una expectativa silenciosa la creación entera espera con impaciencia por el día de nuestra completa redención en gloria. Nosotros esperamos la completa restauración de todo lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo Jesús. No conocemos aún todo lo que Dios en su gloria tiene para los que son salvos. Aún así, ven Señor Jesús.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin