El viejo Obispo John Ryle dice la verdad: "Esto no es el pecado abierto, o la incredulidad abierta, que priva de Cristo a Sus siervos que profesan, tanto como el amor del mundo, el miedo del mundo, las preocupaciones del mundo, los negocios del mundo, el dinero del mundo, los placeres del mundo, y el deseo de mantenerse en contacto con el mundo. Esta es la gran roca sobre la que miles de jóvenes están continuamente naufragando. Ellos no se oponen a cualquier artículo de la fe cristiana. Ellos no deliberadamente eligen el mal y abiertamente se rebelan contra Dios. Ellos esperan de alguna manera por fin llegar al cielo, y ellos creen que es apropiado tener alguna religión. Pero ellos no renunciaron a sus ídolos: Tienen que tener el mundo. Y después de que todo salió bien, mientras eran niños y niñas, y cuando se convirtieron en adultos abandonaron y se fueron por el camino ancho el cual les conduce a la destrucción. Ellos comenzaron con Abraham y Moisés y terminaron con Demas y la esposa de Lot."

¡Qué contraste con la vida de Cristo, que vivió para complacer al Padre solamente. El hombre fue creado para traer "la gloria, el honor y el poder" al SEÑOR Dios. "El principal fin del hombre es glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre." Hebreos 2:10 dice, "Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos" Dios le creó a usted y a mí con el fin de mostrar Su gloria sucesivamente. Dios es la causa de cada objeto en la naturaleza y la única razón para la  existencia es que la gracia y el poder de Dios puedan ser vistos a través de esta. Todo encontró su razón  y justificación en esta relación con él. Él es la causa eficiente y final de todas las cosas. Es por Su propósito es que todo el universo existe. Todas las cosas en el universo existen para la gloria de Dios.

En lugar de ser todas las cosas "para Él" y "por medio de Él" el hombre se rebeló contra el Creador y escogió reinar para sí mismo y por sí mismo. La historia ha demostrado que esta egocéntrica vida termina en la vanidad para el individuo y la deshonra al propósito eterno de Dios.

Jesucristo vino a redimir al hombre de su vida egocéntrica, y nos trae de regreso a una relación correcta con Dios que le podamos servir a Él.  "para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas." El Creador es también el Redentor. El plan de Dios fue traer "muchos hijos a la gloria", es decir, para llevar a muchos a una relación de salvación con Él a través de la obra de expiación de su Hijo, Jesucristo que es el Líder en traer "muchos hijos" a Dios.

Jesús vivió Su vida en esta tierra absolutamente y totalmente para su Padre en el cielo. Él nos dice, "Todas las cosas son para mi Padre." Su compromiso fue absoluto. Su Bienaventuranza y su gloria eterna son encontradas en vivir completamente para el Padre.

"A través de quién son todas las cosas" también fue cierto en el caso de Jesús. Él declaró que no puede hacer nada por sí mismo, porque Él sólo hizo lo que el Padre le mostró y le dijo. "Pero Él les respondió:" Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.". . . Respondió entonces Jesús, y les dijo: "De cierto, de cierto os digo: el Hijo no puede hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. . . No puedo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió" (Juan 5:17, 19, 30). Jesús considero esto con alegría para hacer todo en total dependencia de su Padre. Esto fue "todas las cosas a través de Dios." Él no hizo nada por sí mismo, pero en continua dependencia esperando en el Padre trabajando en Él.

La gran verdad de la vida cristiana es "todo para Dios", y "todo a través de Dios." El más íntimo es nuestro caminar diario con el Padre, más le amaremos y le complaceremos  a Él.

"Todo para Dios", sin excepción en un momento, un pensamiento, una palabra, una promesa, una persona, una pasión, o una posesión es el objetivo del creyente. Esta es la forma en que nosotros le complacemos a Él perfectamente.

"Todo a través de Dios" es la única forma en que podemos vivir una vida agradándole a Él. El más claro enfoque se centra en hacer todo  para Dios es nuestro mayor sentido de frustración e impotencia absoluta, porque usted y yo no podemos hacerlo en nuestra propia fuerza. Sólo Jesucristo puede vivir esa vida. No puedo en mi naturaleza pecaminosa que es propensa a complacerme a mí mismo. Pero lo que no puedo hacer, Dios lo puede hacer. Dios el Espíritu Santo trabaja en nosotros para hacer la perfecta voluntad de Dios. Porque esto es "todo para Dios" el Espíritu Santo lo hace "todo a través de Dios."

Cuando nos hacemos disponibles para Él, Él lo hace en y a través de nosotros todo lo que le agrada a Él. Lo que se nos pide es una vida de unión con Jesucristo. "Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo que no se avergüenza de llamarlos hermanos" (Hebreos 2:11). Vivir en esta unidad es hacer "todo para Dios" y "todo a través de Dios." La única manera de agradar a Dios es hacernos disponibles a Jesucristo viviendo en nosotros.

El discípulo de Jesucristo, ya no vive para complacerse así mismo. Él vive para el Reino de Dios. Cualquier cosa que pase con él no es importante; "todo para Dios" es tan importante para el discípulo. En lugar de alcanzar todos los logros egoístas, por muy nobles que sean, debe de ser un deseo, en el hecho que una pasión exige "todo para Dios." Si esto es "todo para Dios" entonces Él será honrado y glorificado en toda la eternidad. ¡Para Dios solamente la gloria!

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin