¿Puede una persona  una vez salva perderse de nuevo?

Nuestra pregunta se relaciona sólo con la persona que es salva en el verdadero sentido  Bíblico.

La vida eterna es el regalo de Dios. Si usted lo tiene,  lo tiene por la eternidad.

El Hijo verdadero de Dios ha recibido la vida eterna y ya es un ciudadano del cielo. A partir de ese momento él es salvo, él es la morada del Espíritu Santo y de Cristo. Él ha sido regenerado y sellado por el Espíritu. Él es una nueva criatura por el poder recreativo de Dios.

En el corazón de la pregunta es el propósito eterno de Dios. En la eternidad por venir el creyente estaba en el pensamiento y el propósito de Dios. El creyente nacido de nuevo fue "escogido en Él antes de la fundación de la tierra." Dios el Padre elige al creyente. Él es escogido en Cristo (Efes. 1:4).

El apóstol Pablo escribió, "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó" (Romanos 8:29-30).

La meta de Dios es que nosotros seamos "santos y sin culpa ante Él." Somos los trofeos de la gracia de Dios por toda la eternidad. Incluso ahora, Él " nos resucitó, y así mismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo" (Efe. 2:6). No es algo fuera en el futuro lejano. Es verdadero en el creyente en Cristo ahora.

En la eternidad por venir Dios demostrará "las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús" (Efes. 2:7).

¿Dios es totalmente capaz de lograr Su propósito eterno? ¿Esta él desconcertado e incierto en cuanto a Sus metas para la humanidad redimida?

El apóstol Pablo dijo en Filipenses 1:6; "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo."

Dios nunca comienza un proyecto que no puede terminar. Él comenzó su proyecto con el creyente en el camino atrás a partir de la eternidad por venir y que se completará cuando Él nos  presenta completos en Cristo en Su segunda venida. ¿La capacidad de Dios  para lograr su meta en el creyente depende de las capacidades humanas o depende esto del poder sostenedor y creativo de Dios? Él es capaz y  está dispuesto a hacer por Su hijo lo que él propuso hace mucho tiempo en la eternidad por venir. Dios lo logrará "lo cuál la supereminente grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos" (Efesios 1:19 a). Él  lo logrará "de acuerdo con la grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales" (Efesios 1:19 b-20). Eso no  suena a depender de los frágiles seres humanos para lograrlo. Nuestro destino eterno y la seguridad dependen de la gracia salvadora y el poder de Dios.

De nuestra parte podemos reclamar la promesa de Dios en 2 Timoteo 1:12, "Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi reposo para aquel día." Esta promesa es verdadera debido a lo que Jesús dijo en Juan 10:27-29. "Mis ovejas oyen mi vos, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano".

El Padre omnipotente asegura la multitud de Jesús por Su poderoso poder y protección. Ningún poder creado en el cielo o en la tierra es capaz de quitar al creyente de la mano de Dios. Nadie nunca puede arrebatar Sus ovejas de Su mano. Nunca nadie es lo bastante fuerte para arrebatar a cualquiera de la multitud de Jesús de la mano del Padre. Lo que Él ha prometido, Él es capaz de lograr.

Dios tiene Sus ovejas y Él conoce quiénes son ellos. Ellos oirán Su voz y responderán a Su voluntad. Dios el Padre elige  el tiempo y el lugar de Su escogimiento, el Espíritu Santo como Su mensajero que proclama la Palabra de salvación de Dios y el pecador oye que Dios le ama a él y Jesús murió por sus pecados. La respuesta de la persona elegida es recibir el regalo de la vida eterna confiando en Cristo como su Salvador. Cuando él cree en Cristo, él se hace Hijo de Dios y oveja en Su multitud. Es entonces que él aprende que Él fue "escogido en Cristo antes de la fundación de la tierra" (Efe. 1:4).

El hijo de Dios está seguro en la mano de Jesús y  en la mano del Padre. "Ellos nunca perecerán" (Juan 3:16; 6:39; 17:12; 18:9). El Buen Pastor protege Sus ovejas a lo largo de la eternidad. Jesús está hablando de creyentes verdaderos, no profesores del cristianismo. Jesús no prometió la seguridad eterna a nadie más que a Su verdadera oveja. Esto es una amorosa, viva, y relación duradera entre el Pastor y Su oveja. 

Dios es infinito en poder de mantener al creyente por la eternidad. Otra vez Pablo declaró, "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es Cristo Jesús" (Rom. 8:38-39).

Tal promesa debería hacer que nosotros  explotemos con la gran doxología: "Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría" (Judas 24).

"y no perecerán jamás" (Juan 10:28). Tal seguridad no depende de la capacidad de la oveja frágil.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin