En la prueba Judía de Jesús, el sumo sacerdote Caifas se encontró en un dilema. Él estaba perdiendo su caso ante el gobernador Romano Pilato. Las pruebas no sumaron. Los testigos falsos no estuvieron de acuerdo entre ellos (Marcos 14:59; Mateo. 26:59-62).

La estrella testigo no se apareció. Según la ley Judía,  Judas que arreglo la detención del criminal tuvo que ser la persona para hacer la acusación formal legal. Porque Judas se dio cuenta que él había traicionado sangre inocente; él no llegó de prisa a las pruebas arregladas y el Sanedrín perdió tiempo valioso tratando de venir con testigos para sostener sus acusaciones. Por no estar en el juicio, Judas en realidad testifico lo    opuesto, que Jesús era inocente.

Pilato, conociendo que Jesús era inocente intento  ponerlo en libertad.

Jesús había permanecido callado ante Sus acusadores, y esto asombró a Pilato, y frustró al sumo sacerdote.

De repente en la desesperación, Caifas se volvió a  Jesús y exigió, "Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios" (Mateo 26:63).

La forma de la pregunta hecha a Jesús fue brillante. Si Caifas hubiera preguntado si Jesús era el Mesías, esto no habría sido una ofensa capital.

Por otra parte, en relación con la cuestión de ser el Hijo de Dios, Jesús antes había citado Salmo 82:6, "Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo". En el contexto, Dios estaba llamando a los jueces Judíos "dioses", por lo tanto no pueden acusarle de blasfemia por llamarse a sí mismo el Hijo de Dios. Dios no estaba hablando de una naturaleza divina en el hombre cuando él los llamó "dioses" (Éxodo 21:6, 22:8). Por otra parte, se hacían llamar "dioses" porque ellos fueron creados a imagen y semejanza de Dios, y fueron sus representantes. El punto que Jesús estaba haciendo fue si Dios llama a los jueces humanos "dioses", entonces ¿por qué deberían de apedrearlo a él? Él demostró a los Judíos que cuando Él se llama a sí mismo el Hijo de Dios, Él no blasfema a Dios (Juan 10:34-36). Toda su vida está hecha en la perfecta voluntad del Padre. Jesús utiliza el Salmo para contrastar su filiación divina, antes de tiempo,  con el suyo que comenzó solo en el presente.

Sin embargo, el sumo sacerdote  expresando su pregunta calculada; de tal modo que Él tendría que responderle. "Te conjuro por el Dios viviente" él preguntó a Jesús, "que nos digas si  eres tú el Cristo, el Hijo de Dios."

¿Cómo supo él hacer ésa pregunta? Judas le había dado instrucciones a Él.

Ahora si Jesús contestó, "Sí" a la declaración esto sería blasfemia a Sus acusadores.

Jesús habló por primera vez en el juicio diciendo, "Tú lo has dicho" (Mateo. 26:64). Esto es una respuesta afirmativa en la lengua original. Sí, es como usted dice, "Jesús contestó" Claramente,  Yo soy" (Marcos. 14:62).

Entonces Jesús citó al profeta Daniel en el Antiguo testamento  para  dar evidencia a la declaración. "Tú lo has dicho;  y además os digo, que desde ahora verás al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes" (Mateo 26:64).

Jesús clarificó para Sus jueces la clase de Mesías e Hijo de Dios que Él era;  citando a Daniel 7:13-14. "Mira yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes de cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio terno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido."

Caifas consiguió más  de lo que él quería. Él consiguió una convicción de los labios del acusado, pero él también consiguió pruebas poderosas que un día lo condenarán a él ante el gran trono del Dios de justicia. El día vendrá cuando Jesús será el Juez de Caifas.

Jesús citó un pasaje que será completado en Su Segunda Venida (Mateo. 24:30; 25:31; Apo. 11:15; Sal. 2:6-9; Fil. 2:11). El Hijo del Hombre establecerá "un dominio eterno" Su reino nunca será conquistado y nunca vendrá a un final. Él reinará como el Rey de reyes y Señor de señores por toda la eternidad (Mateo 24:30; Mar. 13:26; 14:62; Luc. 21:27; Apo 1:7, 13; 14:14).

¡" El sumo sacerdote rasgó sus vestiduras y dijo, ' Él ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?  He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia. ¿Qué os parece? ´es reo de muerte,' ellos contestaron" (Mateo 26:65-55).

Los jueces vinieron a la conclusión exacta, pero al juicio incorrecto. Según el testimonio de las Escrituras Judías, Jesús es "el Mesías, el Hijo de Dios." Pero los jueces rechazaron personalmente creer las pruebas ante ellos. Ellos permanecieron en su incredulidad obstinada, voluntariosa. Ellos estaban ciegos espiritualmente y muertos en sus delitos y pecados. Un velo oscuro permaneció sobre sus mentes.

Jesús es el único legítimo Judío Mesías. Él es el Rey de justicia (Isa. 32:1-10; Jer. 23:5-8; 30:8-9; 33:14-18); el Divino siervo de Yahvé (Isa. 52:13-15); nació de una virgen (Isa. 7:14; Luc. 1:26-30; Mateo. 1:24-25); en la ciudad de Belén (Miqueas 5:2; Luc. 2:1-7); del linaje real del Rey David (2 Sam. 7:12-16; Isa. 11:1-23; Mateo 1:1-16; Luc. 3:23-37); realizo la obra de justicia (Isa. 61:1-2; Luc. 4:16-21; Mateo 11:1-6);  Príncipe Mesías que viene (Dan. 2, 7, 9, 12); entró a Jerusalén como un rey (Zac. 9:9; Mateo 21:1-11); traicionado por un amigo (Sal. 41:9; Mateo 26:14-15; 27:3-8); precioso manantial abierto (Zac. 13:1-7); el Mensajero del Pacto (Mal. 3:1); el Sol de Justicia (Mal. 4:1), etc.

Jesucristo es el único Hijo de Dios (Sal. 2:7; Isa. 9:6; 7:14; Juan 3:16). Él es Dios con nosotros (Isa. 7:14; Juan 1:14, 18; Luc. 1:35; Apo. 21:3; Juan 20:31). Él es el Hijo con muchos nombres (Isa. 9:1-6), y nuestra esperanza bendita (Isa. 11:1-12).

¿" Por qué necesitamos más  testigos?... ¿Qué piensa usted?"  También estamos en la misma posición que Caifas y sus amigos. ¿Qué decidirá usted hacer con Jesús basado en los hechos de la Palabra de Dios? Así como Caifas su decisión determinará su destino eterno.

Para un estudio más detallado de estas grandes pruebas en las Escrituras, por favor vaya a nuestros estudios sobre Cristo en el Antiguo testamento.   

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin