Ilimitada Superabundante Gracia de Dios

¿Podemos perder nuestra salvación por pecar? ¿Retiene Dios Su gracia debido al pecado? ¿Perdemos la gracia cuándo pecamos? ¿Es esta reducida debido a nuestra incapacidad para dejar de pecar?

Esas son preguntas serias, si nosotros verdaderamente creemos que Dios nos salva por la gracia solamente por medio de la fe en Cristo.

"La ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia" (Romanos 5:20). "Donde el pecado  así se multiplico, la gracia   inmediatamente supera este" (NEB) "Si bien el pecado se muestra amplio y profundo, gracias a Dios, Su gracia es más amplia y más profunda aún" (Phillips). La inundación de la gracia superó la inundación del pecado. No importa que tan grande  se haga el pecado humano, la gracia de Dios se desborda más allá y lo supera abundantemente.

El apóstol Pablo ilustra el pecado desbordándose y  alcanzando una gran marca de agua,   ya que arrastra todo lo que esta ante el, pero Dios en la gracia completamente inunda nuestras vidas con la misericordia y el perdón debido al sacrificio expiatorio de Cristo. Donde las aguas del pecado se multiplicaron, la gracia se desbordó. La gracia nunca es retenida debido al pecado. Esta vence los efectos del pecado y reina victoriosamente.

Solamente cuando pensamos que nosotros estamos sin esperanzas somos abrumados por el pecado, la gracia de Dios demuestra ser mucho mayor.

La superabundante gracia de Dios nunca es reducida debido al pecado. El pecado nunca ha demostrado ser más fuerte que la gracia de Dios. Eso es solamente lo opuesto. La luz siempre penetra y vence la oscuridad. El creyente tiene un ilimitado suministro de gracia siempre disponible para él.

Donde aumenta el pecado, la gracia superabunda. Esta vence las fronteras del pecado. Dios no retiene Su gracia debido al pecado; siempre es dada a pesar de nuestro pecado.  

La gracia de Dios no se reduce porque pecamos. Dios ha proporcionado el 100 % de la justicia que es necesaria para salvarnos de la eternidad, esta justicia nunca se agota. El suministro superabundante de Dios de la gracia nunca se disminuye. No perdemos la gracia cuando pecamos. ¡Se necesita el cien por ciento de la gracia de Dios para salvarnos! Ese suministro de la gracia de salvación nunca se agota.

El pecado nunca impide que la gracia nos salve, o incluso de mantenernos salvos.

Además, la gracia de Dios también trabaja dándonos la victoria sobre el pecado en nuestra vida cotidiana. La gracia trabaja librándonos del poder del pecado. Así "como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro" (Romanos 5:21).

Nuestra salvación es segura, porque la obra de salvación de Dios es un logro duradero. La gracia reina como un rey por la justicia para vida eterna. La salvación es la obra de Dios y nada ¨ nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro"(Rom. 8:39). Sí, si esta dependiera de nosotros, nunca seríamos salvos. Pero esta no depende de nosotros. Esta depende de la gracia de salvación de Dios solamente.

La superabundante gracia de Dios es vista como una viva demostración de su obra en el cambio de vida de los creyentes en Jesucristo. El mundo mira y pregunta: "¿Qué te hace diferente?"

Lo que exalta supremamente al Señor Dios es la salvación de los pecadores por la gracia solamente. Todo en el cielo y en la tierra está contribuyendo a ese fin.

El apóstol Pablo insiste en que el legalismo no añade nada a nuestra justicia ante Dios. Usted no va a ser más espiritual si sigue ciertas reglas y expectativas de los hombres. Nuestra propia justicia equivale a cero en los ojos de Dios. Se trata de la quiebra. Estamos en deuda con la justicia de Dios -  esa justicia que solamente Dios ofrece a través de Cristo Jesús (2 Cor. 5:21).

Si usted decide vivir por la Ley, usted tiene que obedecer toda la Ley. Nunca he conocido a una persona que hizo eso. La Ley sólo revela el pecado en nuestras vidas. No puede salvarnos, no puede santificarnos. Sólo Dios en su ilimitada superabundante toda suficiente gracia puede hacerlo. Al vivir por la gracia significa que dependemos de la súper abundante gracia de Dios para la vida diaria.