Sigan al Líder

 

"!Síganme!"

Esas dos palabras juntas forman una orden encontrada trece veces en los Evangelios. Jesús utiliza esas dos palabras sencillas cuando él llamó a Pedro, Andrés, Santiago y Juan para ser Sus discípulos (Mateo 4:19). "Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron" (Mateo 4:20). Jesús llamó a Mateo el recaudador de impuestos de una manera similar. Jesús le dijo: "!Sígueme!" "Y se levantó, y le siguió" (Mateo 9:9).

Las palabras significan la separación inmediata de los intereses personales y la adhesión a Cristo. Implícito en el llamado de Jesús fue volverse del pecado para ser salvo.

Aún después de que Jesús había resucitado de entre los muertos, mientras los discípulos estaban en un viaje de pesca, Jesús le dijo a Pedro, "!Sígueme!" (Juan 21:19). Hay muchas referencias de individuos siguiendo a Jesús.

Pero estas palabras no son sólo para los doce discípulos; son también para nosotros hoy. Discipulado significa seguir a Jesús en una manera personal.

"!Sígueme!" Es un llamado a la obediencia. No es una simple invitación, sino una orden imperativa. Quienes escucharon las palabras de Jesús inmediatamente dejaron todo para seguirle. Fue una decisión costosa para Santiago y Juan porque "ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron" (Mateo 4:22). Mateo dejó su lucrativo negocio de impuestos.

No existe un verdadero cristianismo sin la obediencia a Cristo. El joven rico gobernante escuchó  el llamado y se dio cuenta de que Jesús era su legítimo Señor y Maestro, pero se negó a seguirle. El verdadero creyente entra en una vida de obediencia a Cristo.

En otra ocasión Jesús dijo: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y  me siguen" (Juan 10:27). Ellos están en el hábito de escuchar Su voz y seguirle. Anteriormente en el capítulo Jesús usó la ilustración de los pastores Palestinos quienes llaman a sus ovejas y ellas oyen su voz, y ellas salen y le siguen porque conocen su voz (Juan 10:3-4). Sin embargo, ellas no seguirán a un extraño porque no conocen la voz de los extraños (Juan 10:5). Jesús les da "vida eterna" que lo siguen ", y no perecerán jamás (Una negación doble, no perecerán, nunca), y nadie podrá arrebatarlas de mi mano" (Juan 10:28). Si usted tiene una tendencia a dudar de tan gran verdad espiritual, Jesús dijo en el siguiente verso: "Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre" (Juan 10:29).

¿A quién está siguiendo? ¿Está siguiendo a Jesús o algún otro maestro religioso? ¿Está usted siguiendo a Jesús en obediencia a Su enseñanza?

Jesús llama a los pecadores a seguirle. Él no viene a llamar a justos, sino a pecadores que le sigan (Mateo 9:13). Él trata a todos los hombres como espirituales en esencia, pecando en la experiencia con la posibilidad de ser salvos por la gracia. Él conoció la naturaleza humana, y él nos conoce individualmente. El médico nunca esta con el sano, pero con el patológico. Su llamado es un llamado al arrepentimiento. Él viene y encuentra a las personas viviendo en el pecado y les ofrece venir y seguirle. Un pecador no puede seguir a Jesús sin un cambio radical en la dirección de su vida. Arrepentirse significa un cambio de mentalidad que afecta un cambio en la vida de alguien. Es imposible seguir a Cristo sin arrepentimiento. Tenemos que dar la espalda al pecado y fijar nuestra cara a la justicia de Dios en Cristo. Nadie puede seguir a Cristo sin arrepentirse.

Charles Spurgeon dijo: "Ellos vienen inmediatamente, ellos vienen a toda costa, ellos vienen sin una pregunta, ellos vienen a renunciar a sus lugares favoritos, ellos vienen a seguir  a su líder sin estipulación o reserva".

Esa es la única forma en que podemos responder a su llamado para nosotros "!Vengan y síganme!" Es un acto de simple confianza en Cristo. Es imposible seguirlo a Él sin confiar en Él. Si no lo seguimos, nosotros no estamos comprometidos con Él. Estamos siguiendo nuestros propios objetivos, o a alguien más. El llamado "!Sígueme!" Significa que nos rendiremos a Su señorío.

De hecho, "Cuando Jesús ofrece a un hombre venga y sígame, él les ofrece venga y muera." No se puede seguir a Jesús sin morir a sí mismo. "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá, y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará" (Mateo 16:24-25).

Ven, "!Sígueme!" ¿Seguirá usted a Jesús en una vida de fe obediente?

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin

 

 
    Mensaje por Wil Pounds y todo el contenido de esta página (c) 2017 por Abide in Christ, Inc. Cualqier persona es libre de usar y distribuir este material, pero no puede ser vendido bajo niguna circunstancia, y sin la autorizacion del autor. Cotizaciones de escritura de la Santa Biblia Reina y Valera Revision 1995. Usado con permiso.  "RVR1995" are taken from the Reina-Valera 1995 version. Copyright © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Used by permission. Escritura citas de  "LBLA" es la Biblia de las Américas (c) 1973, y la actualización de 1995 por la Fundación Lockman. Usado con permiso.

     

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