Cada creyente nacido de nuevo en Jesucristo tiene una nueva posición ante el Señor. Esta posición eterna nunca cambia. Esto no depende sobre cambios, oportunidades o nuestras circunstancias.

En Romanos capítulos 3 al 7 nos dice quiénes somos en Cristo.

Tenemos una nueva posición con Dios.

Por la gracia de Dios tenemos completa aceptación con Dios en Cristo. Estamos en paz con Dios; ¡Dios está en paz con Nosotros! "Por lo tanto, justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios" (Rom. 5:1-2). Nosotros tenemos una nueva relación en la cual estamos reconciliados con Dios y como resultado experimentamos su paz.

Somos miembros de una nueva familia.

La desobediencia de Adán trajo muerte. Todo hombre murió en Adán. Sin embargo, tenemos una nueva cabeza de la familia quien es Jesucristo, y El da vida eterna. "Pues si por la trasgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia" (Rom. 5:17).

Tenemos una nueva identificación en Cristo.

Hemos sido bautizados por el Espíritu Santo con el cuerpo de Cristo.  Hemos muerto a  la vieja vida, hemos sido sepultados con Cristo y hemos sido resucitados a nueva vida en él.  Ahora somos identificados con Cristo.  Somos como hombres que hemos sido resucitados de la muerte.  "Por lo tanto, porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva" (Rom. 6:4).

Tenemos un nuevo amo.

Nosotros ya no somos esclavos del pecado. Ahora tenemos una elección; Nosotros ya no tenemos que obedecer al pecado. "Que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia" (6:19). Nuestro nuevo amo nos permite andar en rectitud. "Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Rom. 6: 23).

Tenemos un nuevo amor. 

Nuestro antiguo esposo murió y nos hemos casado con Cristo. Ahora tenemos una relación íntima y permanente con Jesucristo.  Una nueva relación demanda mi amor, mi lealtad y mi obediencia. Nosotros le obedecemos a él porque lo amamos. "Por lo tanto, así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios" (Rom. 7:4).

Tenemos un nuevo motivo para servir.  "Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen viejo de la letra" (Rom. 7:6) Hemos sido libres del cautiverio de la ley y ahora somos libres de servir a Cristo. Yo soy una persona libre, unida con Cristo, libre para servirle a Él (Gálatas 2:20; 5:1; Romanos 6:11-14; 7:4, 6).

¿Cómo vives tú la vida cristiana normal? Considerando sobre aquellos grandes hechos acerca de ti. Tú eres una nueva persona en Cristo. Hechos sobre estas verdades. Pon diariamente en práctica lo que tú sabes que es verdadero.

¿Quién  eres en Cristo? ¿Has clamado a su gracia y te has apropiado de quien eres en él? Es algo que debemos hacer diariamente así como caminamos por fe en Cristo.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin