El Antiguo Testamento está lleno de sacrificios en los cuales un animal inocente era sacrificado.  Este sacrificio significada que la muerte del animal sustituía el lugar de alguien más.

Porqué había tal énfasis en las escrituras Judías? La santidad de Dios revela que todo aquel que ha vivido ha pecado. Todos hemos fallado a las expectativas que Dios tiene de nosotros. Todos nosotros "hemos pecado y estamos cortos a la gloria de Dios" hemos fallado a la prueba de Dios para una persona recta.

La consecuencia de quebrantar las leyes de Dios es la separación de El por la eternidad. Nosotros merecemos la muerte. "La paga del pecado es muerte" (Rom. 6:23). "El alma que pecaré esa morirá" (Ezequiel 18:4). Como consecuencia de nuestro pecado merecemos pasar una eternidad en el infierno.

Jesucristo nos redimió dela Ley. El escogió morir en nuestro lugar. Esa fue su elección deliberada. Nosotros merecíamos morir y El eligió voluntariamente morir en nuestro lugar. Jesús tomó nuestra muerte en su sacrificio por el pecado. El experimentó la muerte física y espiritual en nuestro lugar en la cruz como nuestro sustituto.

Cada pascua es un recordatorio vívido de nuestra iniquidad y las consecuencias de nuestros pecados puestos en Cristo.

Dios realizó el primer sacrificio de pecado. El eligió sacrificar los animales por Adán y Eva, y luego el los vistió con la piel de los animales (Gen. 3:21). Adán y Eva vieron la primera muerte que nadie había sido testigo. Dios dio muerte al animal y en ese evento enseño al hombre que él debería  morir por su desobediencia, y fue posible que otro muriera en su lugar. El animal que fue despojado para sus vestimentas pagó el precio de su deuda pecaminosa. Aquellas túnicas de la piel de animal fueron un testimonio constante del precio del pecado.

El gran sacrificio sustituto pagado por el pecado  fue realizado en el Calvario cuando Jesús murió en nombre de otro. ¿Por qué Jesús? "Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados" (Heb. 10:4). Aquellos sacrificios en el tabernáculo Judío fueron un recordatorio constante del pecado y de la paga del pecado.  Ellos simbolizaron que Dios un día daría su propio cordero para hacer lo que los animales nunca podrían hacer. Eran símbolos de cómo debían manejarse los pecados del hombre, pero los símbolos no pueden disipar y quitar nuestros pecados.

Jesucristo consumó el único sacrificio efectivo del pecado. Su muerte fue un sacrificio sustituto que consumó precisamente lo que tenía que ser hecho para obtener nuestra salvación.  Nosotros merecíamos morir por nuestros pecados, pero Jesucristo escogió morir en nuestro lugar. Cuando Jesús exclamó en la cruz, "consumado es" El pagó nuestra deuda por completo.

Cristo es el "mejor sacrificio" (Heb. 9:23) porque la sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:6-9). El entró en la presencia de Dios por nosotros, una vez para siempre y ofreció el perfecto sacrificio por el pecado. Él es más valioso que aun miles de animales. "El quitó el pecado por el sacrificio de Sí mismo" (Heb. 9:26). Cristo ha sido ofrecido por Dios "una vez para llevar el pecado de muchos" "lo que fue imposible para los toros y machos cabríos Cristo lo logró en nuestro nombre."

Para llegar a hacer la voluntad de Dios, "Somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre" (Heb. 10:10) "pero Cristo habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios…..porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados" (Heb. 10:12-14).

¿Ha aceptado al único y perfecto sacrifico que disipa y quita cada pecado? ¿Ha respondido por fe y agradecido a Él por ser su sustituto? En su muerte sacrificial Él le dio su vida.  Crea en su muerte salvadora y Él le dará vida eternal hoy.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin