El apóstol Pablo ofrece una petición urgente a los creyentes en Cristo "que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional" (Rom. 12:1). Pablo hace tal petición, basado en "la misericordia de Dios."

Somos objetos de Su gracia salvadora, por lo que ponemos nuestras vidas a su disposición. Pablo utiliza la palabra sacrificial para las ofrendas de sacrificio de los  Judíos Levíticos. El cuerpo del creyente es para ser un "sacrificio vivo".

¿Cómo convertirse en un "sacrificio vivo"?

Comienza de una vez y por todas apartarse para Dios. El cristiano se reserva para el uso de Dios en el sentido de tener propósitos puros y justos.

¿Por qué tal petición urgente? La filosofía del sistema del mundo no satisface. Cuanto más vivas por la filosofía humanista más vacía se convierte tu persona interna.

Sin embargo, la voluntad de Dios es buena, aceptable y perfecta.

Ser un sacrificio vivo a menudo no es fácil, ni agradable. Se trata de la abnegación, del sacrificio personal, auto-crucifixión de la persona completa. Pero recuerda el problema con los sacrificios vivos es que ellos quieren bajarse del altar.

Para el Señor Jesucristo ser un sacrificio vivo, significa cargas de opresión. Le trajo en conflicto con el mal. Se ofreció a sí mismo como el perfecto Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Sin embargo, como él llevó a cabo el negocio de su Padre que lo consideran bueno, aceptable y perfecto.

Un sacrificio vivo para El significa,  se humilló a sí mismo y se hizo "obediente hasta la muerte, y muerte de cruz" (Fil. 2:8).

El "sacrificio vivo" que es aceptable para Dios el cual es así aprobado, eminentemente satisfactorio, o extraordinariamente agradable a él. El "sacrificio vivo" no se trata de formas externas, simplemente externo o material, sino de un servicio sagrado, santo, bien agradable, racional, de acuerdo a la razón.

¿Debería el discípulo de Jesús esperar algo diferente?

Sólo las cosas espirituales permanecerán a través de la eternidad. Todo lo demás se consumirá (Mateo 24:35). Quien "hace la voluntad de Dios vivirá para siempre" (1 Juan 2:17). Jim Elliot dijo, "Él no es tonto quien da lo que no puede mantener para ganar lo que no puede perder." Jim dio su vida en servicio razonable, para obtener una herencia espiritual que durará para siempre.

¿Cuántos de los santos de Dios han muerto sin poseer nada de valor terrenal? sino un sentido de vida de "no retirada ni remordimientos" Ellos estaban viviendo sacrificios al Dios vivo.

Nosotros somos sacrificios vivos, porque Dios está trabajando en nosotros ahora. Él continúa trabajando en los que él ha traído a una fe salvadora en Jesucristo. Nosotros somos sacrificios vivos porque Él está trabajando en nosotros, cambiando actitudes, destrucción de los hábitos destructivos, la formación de nuevas maneras de pensar que agrada a Dios. Dios no comienza una obra y la abandona. Él siempre termina lo que comienza. La única adoración razonable es unirse a Él en lo que está haciendo.

Es nuestro privilegio glorificar a Dios con nuestros cuerpos (1 Cor. 6:19-20; Rom. 8:9; Fil. 1:20-21; Rom. 6:13). Por lo tanto, Pablo nos exhorta a presentar nuestros cuerpos una vez y para siempre a Dios como sacrificios vivos. Un sacrificio vivo implica ceder el cuerpo, la mente y la voluntad a Dios.

Es un privilegio dar a Dios nuestra mente (Efesios 4:17-24; Col. 3:1-11), porque Él quiere transformarla  por la liberación de su poder desde adentro mediante el uso de Su Palabra. "Si Dios controla sus pensamientos usted es  transformado".

Es un privilegio darle a Él nuestra voluntad. No es por fuerza de voluntad que somos transformados, sino a medida que cedemos ante la voluntad de Dios es que su poder tomar el control de nosotros.

¿Vale la pena el "sacrificio vivo"? Si somos sacrificios vivos, no miraremos hacia atrás al final de nuestras vidas y  estar decepcionados o sentir que la vida es toda vanidad. Seremos capaces de escuchar nuestro maestro decir, "Ven, entra en tu descanso".

Sólo tenemos dos opciones. Podemos elegir conformarnos al sistema de este mundo y sus valores o ser transformados por medio de la renovación de nuestras mentes.

Como estudiante universitario, hace cuarenta y siete años atrás, llegué a la conclusión de que ser un sacrificio vivo significaba "todo o nada." Estoy contento de haber hecho esa elección. No tengo retiradas ni remordimientos ya que viajo hacia el final de la meta. Valdrá la pena escuchar a El decir: "Bien hecho, buen siervo y fiel".

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin