¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? (Hebreos 2:3)

Esta pregunta nos llena la mente con otras preguntas  importantes. ¿A Quién se está refiriendo por el pronombre nosotros? ¿Cómo escapar de qué? ¿Cuál es el panorama en la expresión una salvación tan grande? ¿Qué significa descuidar esta salvación tan grande?

La salvación tan grande que se proclama es la persona y la obra de Jesucristo. La salvación tan grande es acerca del gran Salvador (Lucas 2:30; Juan 4:22, 42; 14:6, Hechos 4:12). La salvación es sinónimo con el Salvador. El contexto está hablando de la predicación de Jesús, que es superior a los profetas y a los ángeles; quien habló con autoridad antes de Su encarnación. Dios nos está hablando a nosotros  por medio de Su Hijo. Porque Él es el mayor testigo del Padre, debemos prestar mucha más atención a lo que hemos oído (Hebreos 2:11). Dado que la palabra hablada a través de los ángeles demostró ser inalterable, y cada transgresión y desobediencia recibió una justa recompensa, ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? (Heb. 2:2-3a). Además, siendo anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que la oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad (Heb. 2:4).

Jesucristo, reveló el gran plan de salvación de Dios. En Cristo tenemos redención por su sangre, el perdón de nuestros pecados, según las riquezas de su gracia que Él ha provisto para nosotros (Efesios 1:7-8; cf. 2 Cor. 5:21; Rom. 3:21 -26; 5:6-8; 10:9-10; Efe. 2:8-9).

El evangelio de vuestra salvación es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree (Hechos 3:26; 16:31; Rom. 1:16). La excelencia en esta salvación tan grande, es en la persona que salva al pecador. Jesús, el Hijo de Dios, es la salvación de Jehová.

¿De qué hemos sido salvos? Es de la ira de Dios que cada pecador merece. El concepto más espantoso viene infinitamente de la más terrible realidad, observa A.W. Pink.

¿Cuáles son los beneficios de la salvación tan grande? Este es el hecho bendito de un perdón completo, libre y duradero de nuestros pecados, una pureza perfecta, y una perfecta relación  de la presencia eterna del SEÑOR Dios (1 Juan 1:9).

¿Cómo fueron obtenidas estas bendiciones para nosotros? Fue a través del sufrimiento de nuestro sustituto sacrificio en la cruz del Calvario. El unigénito Hijo de Dios fue también el Cordero de Dios que quita nuestros pecados (Juan 1:29). Esta salvación tan grande es gratuita para todos los que recibirán al Salvador, y Su obra de salvación por la fe (Juan 1:12-13; 3:16, 36).

¿Cómo puede una persona descuidar una salvación tan grande que Dios ha proporcionado en Su gracia y misericordia? El escritor de Hebreos hace hincapié en la responsabilidad personal para escuchar y responder a la palabra de salvación (Mateo 10:32-33). El pecador debe aceptar este gran mensaje de la salvación. Merece nuestra plena aceptación de que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores (1 Tim. 1:15). Al descuidar la gran salvación usted está despreciando a Dios mismo. Las buenas nuevas de Jesucristo son un mandato divino, y no tomarlas en cuenta es poner al pecador en peligro inminente de eterno sufrimiento. Dios pide a cada persona que se arrepienta de sus pecados e incredulidad, y que confíen en Cristo como su Salvador. Al no hacer esto lo llevará al castigo eterno. (Juan 3:18; 1 Pedro 4:17-18; 2 Tes. 1:8-9; Heb. 10:26-31).

¿Por qué alguno podría tomar  a la ligera esta maravillosa salvación en Jesucristo? ¿La negligencia es permanecer en una actitud de desinterés e incredulidad? La negligencia hará el escape imposible. ¿Qué tenemos que hacer para perdernos? Nada. ¡Absolutamente nada!

Entonces, ¿Cómo vamos a escapar de la condenación eterna? Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo (Hechos 16:31).

La grandeza de  esta salvación tan grande está en lo que te ofrece el SEÑOR Dios que viene a nosotros. El Señor Jesús predicó, el Padre da testimonio, y el Espíritu Santo vino como el poder de Dios para hacer Su obra en nosotros. ¡Qué gran salvación!

En un sentido ellos han sido salvos (de la pena del pecado), en otro sentido que ellos todavía estaban siendo salvados (del poder del pecado), aún en otro sentido que aún no se han salvado (de la presencia del pecado). Pero Dios alguna vez trata con su pueblo como criaturas responsables. Como seres morales...Él dirige la responsabilidad de ellos, escribe Pink (La Exposición de Hebreos, p. 89). Y entonces está con nosotros hoy.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin