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Mensaje por Wil Pounds y todo el
contenido de esta página (c) 2017 por
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autorizacion del autor. Cotizaciones de
escritura de la Santa Biblia Reina y
Valera Revision 1995.
Usado con permiso.
"RVR1995" are
taken from the Reina-Valera 1995 version. Copyright
© Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Used
by permission. Escritura
citas de "LBLA"
es la
Biblia de las Américas (c) 1973, y la
actualización de 1995 por la Fundación
Lockman. Usado con permiso.
Jesucristo El Único e Irrepetible
Jesús es
Dios.
Por lo
tanto, él es Único e irrepetible.
Con
frecuencia decimos que una persona es única; no hay
nadie en el mundo como esta o la otra. Nunca habrá
otra persona como esa persona debido a sus talentos,
personalidad, creatividad, etc. Decimos cuando Dios
nos hizo, él tiró el molde.
Pero
Jesucristo es únicamente diferente de cualquier otra
persona que alguna vez haya vivido.
Nadie más
puede conocer a Dios como Dios mismo. "En el
principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y
el Verbo era Dios. Este era en el principio con
Dios" (Juan 1:1-2).
Cuando
Jesús habló, Dios habló (Heb. 1:1-3).
Una
enseñanza primaria en el primer siglo de las
confesiones de los Cristianos
incluyó a Jesús el Hijo de Dios, el unigénito del
Padre, la segunda persona de la Trinidad. Jesús es
por toda la eternidad el Hijo de Dios (Juan 1:1-4,
14, 18; 3:17; 11:27; 1 Juan 3:8; 4:9-14).
Una semana
después de que Jesús resucito de la muerte, el
discípulo Tomas declaro ante una asamblea de grupo:
"!Mi Señor y mi Dios!" (Juan
20:28).
Sólo hay
un lugar donde podemos ver
perfectamente a Dios encarnado, y está es en la
persona del Señor Jesucristo. Podemos conocer "la
mente de Dios para el hombre" sólo en la mente de
Jesucristo. Es cuando nosotros vemos las actitudes
de Jesús hacia el hombre pecador que conocemos "la
actitud de Dios hacia el hombre." Es lo que el
apóstol Pablo está diciendo cuando escribió, "Dios
estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo
mismo" (2 Corintios 5:19).
Sin duda,
la relación de Jesús con Dios el Padre es única e
irrepetible. Jesús es únicamente "el Hijo", y Dios
es únicamente para él "Mi Padre" (Juan 20:17; 2:16;
5:43; 6:40; 5:22-23; Rom. 15:6; 2 Cor. 1:3; 2:20;
Efe. 1:3; Col. 1:3; 1 Ped. 1:3; Apo. 1:6). Jesús
vivió en el único conocimiento de Su único hijo
(Lucas 2:49). Dios el Padre dijo en el bautismo de
Jesús, "Tú eres mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia (Mar. 1:11; Mat. 3:17; Sal. 2:7). Es la
declaración por el Padre divino dando la aprobación
a Su único Hijo. La relación de Jesucristo con Dios
es tan única que puede
describirse sólo en términos de Dios y Dios sólo
puede describirse en términos del carácter, la
persona y la obra de Jesucristo. En el Nuevo
Testamento, Dios siempre habla en términos de "El
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo." Jesús,
declaró: "Cualquiera que me ha visto a mí, ha visto
al Padre" (Juan 14:9). "Mi Padre y yo somos uno"
(Juan 10:30).
Un
creyente en Jesucristo es "un hijo de Dios", pero
sólo Jesucristo es "El Hijo de Dios." Su nacimiento
fue único e irrepetible (Lucas 1:31-35; Mat. 1:20,
21, 23; Juan 1:14, 18; Gál. 4:4-5; Heb. 1:1-4). Su
concepción fue única (Lucas 1:24-35). Él y su padre
comparten el mismo nombre (Juan 17:11). Jesús
significa "Yahvé es salvación." Si el padre de
Jesús, fue el hombre José, él se
llamaría "Jesús, el hijo de José." Es evidente en el
caso de Jesús, el Espíritu de Dios era el padre de
Jesús, por lo tanto, este hijo de la virgen María es
correctamente llamado "Jesús, el Hijo de Dios"
(Lucas 1:35).
La muerte
y la resurrección de Jesús fueron únicas e
irrepetibles (Juan 10:11, 14-18; Mateo 28:18; Rom.
1:4; 1 Cor. 15:20-28; 51-58). Como el Hijo de Dios
Él tiene la autoridad para gobernar y juzgar a las
naciones (Apocalipsis 2:18, 27).
Jesús
no solamente es el Hijo de
Dios, pero Él es el único Hijo de Dios (Juan 1:18;
3:16; Rom. 1:3). Él y el Padre son uno (Juan. 10:30;
5:19, 20; 8:28; 10:38; 12:50; 14:9-11, 31; 5:23;
8:49, 54; 15:23, 24; 17:1).
Es
evidente para las personas que vieron a Jesús en su
vida humana en la tierra, que ellos conocían estar
en la presencia de uno que estuvo más cercano a
Dios, que alguien que ellos habían conocido. Marta
confesó esta singularidad cuando dijo, "Tú eres el
Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo"
(Juan 11:27). Pedro en su gran confesión de fe,
declaró: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente" (Mateo 16:16). Natán dijo: "Rabí, tú eres
el Hijo de Dios, tu eres el Rey de Israel" (Juan
1:45, 49). Los discípulos que estaban a
los pies de Jesús en la barca, dijeron:
"Verdaderamente eres El Hijo de Dios" (Mateo
14:22-33). Thomas, declaró: "!Mi Señor y mi Dios!"
(Juan 20:28).
Jesús es
único en que como el Hijo, Él es el definitivo y
sumo sacerdote que ascendió a los cielos y su obra
permanece perfecta para siempre (Hebreos 4:14, 6:6,
7:3, 28). Nunca habrá otro gran sumo sacerdote. Su
gran sacerdocio es irrepetible.
Sólo
Jesucristo puede revelar el Padre a los hombres
porque Él tiene un conocimiento único del Padre
(Juan 10:15; 8:38; Mat. 11:27, 17:1-5; Lc. 10:21,
22). "Nadie viene al Padre, sino es por mí" (Juan
14:6). Jesucristo es el único objeto de salvación
por medio de la fe. "Y en ningún otro hay salvación;
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12).
La persona que pone su fe en Jesucristo recibe el
regalo de la vida eterna (Juan 3:16; 1:12-13). La
persona que desobedece a Cristo y se niega a creer
en Él no vera la vida. (3:36). Para reconocer al
Hijo de Dios es tener al Padre (1 Jn. 2:22, 23). De
hecho, "Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo
de Dios, Dios permanece en él y él en Dios" (1 Jn.
4:15). La salvación y la vida eterna, se recibe
únicamente al poner su fe en Jesucristo. La
salvación es por gracia solamente, a través de la fe
en Nuestro Señor Jesucristo.
(Efesios 2:5, 8-9).
El Hijo de
Dios es el dador de la
vida eterna (Jn. 5:26; 1 Jn. 4:9; 5:12-13).
Nadie más tiene esta clase de vida para dar. Esta es
la clase de vida que Dios da.
Sólo la
sangre de Jesucristo puede limpiarnos de todos
nuestros pecados (1 Jn. 1:7; 4:10, 14).
¿Cómo
explica usted tal poder de limpiar y perdonar
nuestros pecados? Jesucristo tiene una " intimidad
única, obediencia única, y
conocimiento único que publicó en un poder único...
Él podía hacer lo que Él hizo porque Él era El que
era " el único e irrepetible el
Hijo de Dios. No es de extrañar que Thomas confesó,
" Mi Señor, y mi Dios " (Jn. 20:28). Y, yo
también lo confieso. Espero que usted también
lo haga.
Selah!
Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia
Blandin
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