Cuándo yo voy a mi doctor con una queja física, él por lo general me preguntará, " ¿Cuán malo es?"

El capítulo de Romanos tres resume la condición espiritual de cada individuo separado de la gracia de Dios en Jesucristo. El apóstol Pablo declara claramente: "No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda. No hay quien busque a Dios" (Romanos 3:10-11).

¿Qué significa esta declaración en términos prácticos? Cada individuo es incapaz de hacer una sola cosa para complacer, entender o buscar a un Dios justo. Aún podemos ser muy religiosos, pero usted y  yo no podemos de ningún modo merecer o ganar una relación correcta con Dios. Si el hombre pecador puede ser salvo debe de ser conforme a la gracia gratis, inmerecida, no ganada de Dios y la misericordia solamente. Esto es lo que los eruditos de la Biblia correctamente lo llaman "la depravación total." Esto simplemente quiere decir  que usted y yo no podemos de ningún modo influenciar a Dios en una manera positiva para obtener una relación correcta con él.

La Biblia no nos permite tomar el pecado a la ligera. Especialmente las personas religiosas tienen un tiempo difícil aceptando esta verdad espiritual. Esto corta nuestro orgullo religioso. Nosotros realmente somos radicalmente pecadores depravados.

El apóstol acentúa que estamos separados de la gracia de Dios, no solo estamos espiritualmente enfermos, pero estamos "muertos en delitos y pecados" (Efe. 2:1-3).

Hay tres puntos de vista básicos de la naturaleza humana. El evolucionista dice que el hombre está bien y consigue mejorar y mejorar todo el tiempo. El humanista dice que el hombre está enfermo, pero él probablemente puede ser tratado con la educación, la manipulación social, y los programas de bienestar. Sin embargo, el teólogo Bíblico acepta la enseñanza clara de la Palabra inspirada e infalible de Dios, que dice que estamos muertos espiritualmente.

Un amigo y yo fuimos a la morgue de policías a recuperar el cuerpo de un colega. Había muchos cuerpos en el cuarto. Él alcanzó y quito la cobija sobre la cabeza de un cadáver y dijo, " Aquí, Wil, dile a este hombre sobre Jesús. " Él estaba muerto. Él no podía responderme a mí o a alguien más.

Este es el modo en que estamos espiritualmente. No podemos responder a Dios hasta que el Espíritu Santo llegue a nuestros corazones y traiga un nacimiento espiritual. Estamos muertos espiritualmente hasta que Dios en Su Espíritu nos levante de la muerte espiritual.

Jesús insistió en un nacimiento espiritual. Él dijo a una autoridad religiosa y  líder: "Te digo la verdad solemne, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (Juan 3:5).

El apóstol escribió: "!De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas!" (2 Cor. 5:17) 

Desde la perspectiva de Dios los humanos no tienen justicia. "No hay entendimiento, nadie que busque a Dios. " Pero nosotros no podíamos hacer lo que Dios hizo en la justicia perfecta de Su Hijo, Jesucristo. Dios "al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él" (2 Cor. 5:21).

Déjeme ser muy claro  acerca de la salvación por la gracia solo por la fe y solamente en Cristo.

Muchas personas sumamente religiosas confían en su bautismo por la inmersión o sacramentos o la Sagrada Comunión o confirmación o miembros de la iglesia, o conocimiento de la Biblia o la doctrina ortodoxia para la salvación.

Sin embargo, si usted  está confiando en otra cosa o además en Jesucristo y su muerte en la cruz para su salvación, ahora mismo  deje esto a Jesucristo. Ponga su confianza en Jesucristo solamente para salvarse por toda la eternidad.

Dios da al pecador que pone su confianza en Cristo su justicia por sí sola, que es la justicia de Jesucristo. Él nos da lo que necesitamos y no podemos proveernos a nosotros mismos. La todo-suficiente justicia de Jesucristo es la única base suficiente para nuestra salvación.

Lea y  medite la siguiente declaración con cuidado. "Dios al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios" (2 Cor. 5:21).

"Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12).

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe" (Efe. 2:8-9).

"Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación" (Rom. 10:9-10, 13).

Si tú nunca has confesado que  tú pecas y la incredulidad en Jesucristo, ahora mismo toma unos momentos, y pon tu confianza en Jesucristo. Ahora mismo pídele a él que sea tu salvador. Esta será la mayor decisión en tu vida.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin