El apóstol Pablo nos da un excelente resumen de la salvación que Dios provee en Filipenses 3:9. Aquí está el corazón de las Buenas Nuevas de Jesucristo.

Que yo pueda "ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe."

En este resumen el apóstol nos dice que hay dos clases de justicia. Esta la justicia propia  del hombre, y la justicia  de Dios provista a través de Jesucristo.

La  justicia de Dios habla de Su carácter. El mayor ejemplo de la justicia de Dios es visto en Jesucristo. Dios tiene una personalidad que  vibra y vive en Cristo. Jesús dijo, "Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada" (Juan 8:29).

Ningún hombre o mujer sobre la tierra pueden obtener el nivel de justicia de Dios. La justicia humana, no importa que tan buena sea nunca puedes ir al cielo. Todos somos pecadores y toda nuestra justicia esta manchada por los resultados de nuestros pecados. Nunca podremos hacer nada para la expiación de nuestros pecados.

El apóstol Pablo demuestra en los primeros tres capítulos de Romanos que cuando una persona no acepta la justicia gratuita atribuida de Dios en Jesucristo, él intentará su propia justicia. Él tratara de hacer un dios de sí mismo. El resultado es una representación corrupta y distorsionada de él, porque él es pecador. Pero el hecho es siempre el mismo: No importa  que tan alto usted establece sus estándares usted no está a la altura de los estándares de Dios. "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). "No hay quien entienda, no hay quien haga lo bueno, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (Rom. 3: 11-12).

La tentación de la persona religiosa es mirar en su propia percepción de la bondad. Sin embargo, la Biblia dice, el Señor respondió a Samuel, "No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón " (1 Sam. 16:7). Dios conoce que es lo que pasa profundamente dentro de nuestro ser personal. ¿Qué es lo que Él ve? ¿Qué es lo que él escucha?

La cosa más importante es que Dios nos escucha cuando le reconocemos a Él y reconocemos que nosotros somos pecadores, y que Jesucristo murió en la cruz en nuestro lugar. En Romanos 10:9-10 se lee, "que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiese para salvación."

Pablo fue un Judío religiosa que contó cada bendición espiritual que él nunca pensó que él había ganando como pérdida a fin de que pueda ganar a Cristo. La único que importaba para Pablo, se encontraba vestido en Cristo y Su justicia, "y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es  por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe" (Fil. 3:9). Esto es una justicia basada en la obra terminada de Jesucristo, y es recibida de él por la fe.

¿Qué ve Dios cuándo él le mira a usted? ¿Ve él su propia justicia? ¿Ve él la justicia de Jesucristo atribuida a usted por la fe? ¿Ve él  la justicia de Cristo atribuida por el Espíritu Santo trabajando  en sus actitudes y comportamientos?

Dios no aceptará tu propia justicia. Él sólo aceptará la justicia perfecta, no ganada  e inmerecida. Si usted intenta ganar una relación correcta con Dios por tu propia virtud, escuche a Dios diciendo de nuevo, "no hay nadie justo, ni aún uno. "

El único Dios justo aceptará la justicia de Dios por la fe. Hay solamente un estándar- El de Dios. Usted debe venir a Dios por la fe en Jesucristo. La justicia de Dios se hace  suya personalmente por la fe en Cristo. 

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin