Todos nosotros, quienes estamos confiando en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador somos miembros de la verdadera Iglesia de Cristo. Somos miembros de su cuerpo. Hemos experimentado el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia. "Somos aceptados en el Amado," y estamos "redimidos por su sangre."

En el momento en que ponemos nuestra fe en Jesucristo, hemos nacido de nuevo, y al mismo tiempo colocados en el cuerpo de Cristo en una unión vital con él. La esencia de la fe salvadora es descansar solo en Cristo para la salvación eterna. Confiamos en la expiación y la justicia de Jesucristo para salvarnos. La fe salvadora es confiar en Jesucristo y lo que ha hecho para su salvación.

Nuestra justificación es un acto instantáneo desde el momento en que creemos en Cristo como nuestro Salvador.  La justificación se completa en un instante y nunca se repite. Es completado en el momento en que un pecador cree en la muerte expiatoria de Jesucristo. En ese momento es la remisión de todos nuestros pecados. En ese momento estamos limpios por la sangre de Jesús.

¡Qué alegría saber que en un solo instante que somos declarados justos, completos en Cristo, sin pecado, libres de todo poder de condenación, culpa e iniquidad. En un instante, una persona es perdonada. Nunca más el cristiano alguna vez será injustificado! "Por lo tanto, ahora, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1).

Desde el día del Pentecostés cada creyente se salvó, también se convirtió en un miembro del cuerpo de Cristo. Es imposible ser salvo y no ser un miembro de la iglesia, que es el propio cuerpo de Cristo, porque una parte de la obra divina de la salvación es la unión de la persona a Cristo por el bautismo en el Espíritu Santo (1 Cor 12: 13).

Cada Cristiano es bautizado por el Espíritu Santo en el cuerpo de Cristo en el momento en que él o ella cree en Jesucristo para ser salvo. Nosotros somos por el Espíritu Santo traídos al cuerpo de Cristo. Este bautismo en el cuerpo de Cristo no se limita a ningún grupo en particular de creyentes. Cada Cristiano, desde el momento en que cree en Cristo y es salvo,  es bautizado por el Espíritu Santo en el cuerpo de Cristo y por lo tanto la iglesia universal de Cristo. La iglesia de todo el pueblo de Dios, todos los redimidos, todos los creyentes es la Iglesia verdadera y única de Cristo.

¿Es usted un miembro de la verdadera Iglesia de Cristo? ¿Es usted un miembro de su cuerpo? ¿Ha sido salvo por la gracia de Dios solamente por la fe en el sacrificio expiatorio de Cristo?

Evidentemente, es cierto que un individuo puede ser salvo y no ser un miembro de una iglesia organizada local. Todos los creyentes nacidos de nuevo deberían declarar su identificación con la muerte y resurrección de Jesús por el bautismo del creyente, y convertirse en un miembro de una congregación de creyentes de la Biblia.

Por otra parte, el bautismo en agua y membresía de la iglesia no son necesarios para la salvación. La verdadera iglesia de Cristo se compone de todas las personas que se han arrepentido de sus pecados y ponen su fe en Jesucristo como su Salvador y que se encuentran unidos y viven en unión por el bautismo del Espíritu Santo.

¿Una persona tiene que ser bautizada para ser salva? Sí, si usted se refiere al bautismo del Espíritu Santo cuando creyeron en Cristo como tu Salvador, pero no, si usted se refiere al bautismo en agua.

El Nuevo Testamento se refiere a la "iglesia" en dos sentidos. El principal énfasis está en la iglesia como un organismo vivo, una unión de vida vital de todos los verdaderos creyentes en Jesucristo.

La segunda categoría es la iglesia local, que está compuesto de cristianos en cualquier comunidad local (1 Cor. 1:2; Gal. 1:1; Fil. 1:1).

Los únicos candidatos para ser socios en una iglesia visible local que Cree en la Biblia son los individuos que han puesto su fe con el trabajo de salvación de Jesucristo, y han dado el testimonio de su salvación por el bautismo en agua.

Cada persona que es un candidato para el bautismo y la membresía de la iglesia debe dar un testimonio claro en cuanto a su salvación. ¿Soy salvo? ¿He creído en Jesucristo? ¿He vuelto a nacer? Miembros de la Iglesia es simplemente el reconocimiento de la profesión de la fe salvadora en Cristo Jesús. Se trata de unirse al compañerismo de los creyentes en el mismo Espíritu.

Usted no tiene que ser un miembro de la Iglesia local de Cristo, o ser bautizado por uno de sus funcionarios con el fin de ser salvo.

Si usted está buscando una iglesia perfecta, usted no la encontrará en esta tierra. Si usted ha encontrado una, ellos no le permitirán convertirse en un miembro, ya que usted no es perfecto. Sin embargo, encuentre un grupo local de creyentes en el área donde usted vive, que son salvos por gracia mediante la fe, y que están más cerca de las Escrituras en la doctrina, las ordenanzas de la iglesia y la práctica. Conviértase en un miembro de la iglesia local, independientemente de que etiqueta utilicen.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin