La Biblia está llena de advertencias sobre cómo construir mejores relaciones y cómo vivir con otras personas. Hace algunos años leí la Biblia marcando todos los pasajes que hablan de las relaciones personales. Me sorprendieron los cientos de pasajes que nos enseñan a vivir unos con otros. Aquí están algunas vislumbres en las relaciones en Romanos 12-15.

      Véase usted mismo como iguales. No mirar hacia abajo a otras personas con orgullo arrogante (Romanos 12:3).

      “No tenga más alto concepto de sí del que debe tener, sino que piense de si con cordura, conforme a la medida de la fe" (v. 3). Una buena autoestima bíblica  va a un largo camino en el desarrollo de un testigo atractivo para Cristo. Tenemos que pedir al Espíritu Santo que nos ayude a eliminar todo orgullo en nuestras vidas. No hay nada tan superficial como la vanidad espiritual.

      "Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabio en vuestra propia opinión" (Romanos 12:16).

      Los cristianos necesitan respetar mutuamente sus dones espirituales (vv. 4-8). Todos disfrutamos la misma relación con Cristo como miembros del cuerpo de Cristo, pero el Espíritu Santo nos ha dado diferentes dones según Su elección soberana y las necesidades en el cuerpo (v. 6). Tenemos que ejercer esos dones espirituales y no tratar de imitar de otra persona sus dones o envidiarlos. Debemos respetarnos unos a otros y apreciar cómo el Espíritu Santo ha decidido utilizarnos en el reino de Dios. Tenemos que honrar y respetar nuestro llamado humilde y poner nuestro servicio en el cuerpo de Cristo. No hay lugar para la envidia, los celos o la vanidad en el cuerpo de Cristo.

     No ser de "dos caras." El apóstol Pablo dijo, "El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno "(v. 9). ¿Odia usted el mal allí donde lo encuentra? El amor no usa una máscara. Es honesto, abierto y genuinamente transparente.

     Amar sin fingimiento.

     "Aborreced lo malo."

     "Seguid lo bueno".

     "Amaos los unos a los otros con amor fraternal" (v. 10a). 

     "En cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros" (v. 10b). 

     Servir al Señor con todo tu corazón. “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.” (v. 11).

     "Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación, constantes en la oración" (v. 12).

     Ser personas dadivosas. "Compartiendo para las necesidades de los santos, practicando la hospitalidad "(v. 13).

     "Alegraos con los que se alegran y llorar con los que lloran" (v. 15).

     ¿Cómo trata a su enemigo? "Bendecid a los que os persiguen, bendecid y no maldigáis" (v. 14).

     "No paguéis a nadie mal por  mal" (v. 17a).

     "Procurad lo bueno delante de todos los hombres" (v. 17b).

     "Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres" (v. 18).

     "No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor" (v. 19).

     "Si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues  haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza” (v. 20).

     "No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal" (v. 21).

     "No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros, porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley" (13:8).

     "El amor no hace mal al prójimo, así que el cumplimiento de la ley es el amor" (v. 10).

     "Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones" (14:1).

     "No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió" (v. 15b).

     "Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación" (v. 19). 

     "Los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos" (15:1).

     "Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación" (v. 2).

     "Recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios" (v. 7).

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin