Josh McDowell, dijo recientemente que la mayoría de los jóvenes cristianos evangélicos en los Estados Unidos ya no creen en la "verdad absoluta".

"En 1991, el 52% de los niños nacidos de nuevo de la iglesia, dijo que no hay verdad absoluta. En 1994, el 62%  dijo que no hay verdad absoluta. En 1999, el 78% de los niños nacidos de nuevo de la iglesia, dijo que no hay verdad absoluta. En 2002, el 91% de los niños nacidos de nuevo de la iglesia, dijo que no hay verdad absoluta”.

La causa de este problema es la influencia de la educación laica y los medios de comunicación seculares desde la década de 1960. Este efecto negativo sobre la autoridad moral se refleja también en las creencias y actitudes de los padres de estos adolescentes.

Hasta hace pocos años, los cristianos a lo largo de la historia aceptaban la clásica doctrina evangélica de la autoridad absoluta de la Palabra de Dios. La Biblia es la Palabra de Dios, y es infalible y sin error.

Jesús enseñó la autoridad y exactitud completa de la Biblia en todo lo que enseña. Si nuestra generación acepta o la rechaza, la Biblia es todavía la Palabra de Dios y es infalible en lo que enseña.

Jesús afirmó la inspiración total de la Biblia, la infalibilidad, y la indestructibilidad absoluta cuando dijo: "La Escritura no puede ser quebrantada" (Juan 10:35).

Hay profesores en nuestros días, que estúpidamente interpretan a Jesús en contra de la inspiración y la infalibilidad de la Palabra de Dios. La Biblia es acerca de Jesús y demuestra que Él, es su cumplimiento. Jesús cumple perfectamente la Ley y los Profetas. Apuntan a Él, y Él es su cumplimiento (Lucas 24:25-27, 44-47). Jesús cumplió la ley moral por su obediencia, las profecías de acontecimientos específicos en su vida, y el sistema de sacrificio por su propio sustituto, una vez por todas, la muerte redentora en la cruz.

Cuando las personas rechazan el carácter único y divino de la Biblia, rechazan la autoridad, también.  Dios está detrás de Su Palabra.

Para el último medio siglo, la Iglesia ha adquirido el sistema mundial de las creencias, en lugar de la autoridad divina de la Palabra de Dios.

Segunda de  Pedro 1:21 nos dice que los hombres que el Espíritu Santo escogió para registrar las Escrituras, se realizaron o nacieron junto con sus escritos para producir las palabras que Dios pretendió que fueran registradas. La palabra en el texto original en el sentido de que se lleven, o sean transmitidas a lo largo, fue utilizado  un barco arrebatado por el viento (Hechos 27:15, 17). Aquí es una metáfora que los profetas alzaron sus velas y el Espíritu Santo llenó y llevó su nave a lo largo en la dirección que deseo. Los hombres hablaban, Dios le habló. Estos hombres escribieron como hombres, pero como hombres movidos por el Espíritu Santo. "Porque nunca la  profecía fue traída por voluntad humana, pero los hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo." Los hombres escribieron, pero Dios, el Espíritu Santo fue la inspiración de los escritores. Los hombres usaron su estilo literario, el vocabulario y la personalidad, pero el Espíritu Santo los guió en la elección final de las palabras y garantiza la exactitud de los manuscritos originales.

No tenemos que tener reserva en relación con la Palabra de Dios, reconociendo su plena autoridad. Segunda Timoteo 3:16 nos dice que las Escrituras son "inspiradas por Dios", "soplada por Dios", por lo tanto, inspirada. Los santos hombres hablaron  y escribieron por la inspiración del Espíritu Santo. Esta fue la opinión unánime de la iglesia primitiva.

John Calvin escribió: "Este es el principio que distingue nuestra religión de todos los demás, que sabemos que Dios nos ha hablado y están plenamente convencidos de que los profetas no hablan por sí mismos, sino como órganos del Espíritu Santo, pronunció sólo aquello a que había sido encargado del cielo para declarar - todos aquellos que deseen beneficiarse de las Escrituras, primero deben aceptar esto como un principio establecido de que la ley y los profetas no son enseñanzas transmitidas por  placer de los hombres o producidos por las mentes de los hombres como su fuente, sino que son dictados por el Espíritu Santo.  Nosotros debemos a las Escrituras, la misma reverencia que le debemos a Dios, ya que tiene su origen sólo en Él y no tiene nada de origen humano mezclado” (Calvin Comentarios de Calvin Testamento, vol. 10, p. 330).

John Wesley dijo: "En todos los casos, la iglesia debe ser juzgada por las Sagradas Escrituras y no las Escrituras por la Iglesia." La Biblia sigue siendo la autoridad suprema para los cristianos en todos los asuntos. No es lo que creemos que Jesús iba a hacer o cómo nos sentimos al Él interpretar las Escrituras, pero "Así dice el Señor."

En su forma original, los libros de la Biblia están libres de error de hecho, y ellos poseen  absoluta autoridad vinculante. "Si la Biblia es inspirada en absoluto, debe estar inspirada verbalmente. Y la inspiración verbal significa infalibilidad.” ¿No es mi palabra como fuego? Y como un martillo que quebranta una roca en piezas" (Jeremías 23:29). Dios ha hablado infalibilidad en Su libro.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin