¿Cómo ora en medio de tiempos malos? ¿Cómo se acerca a Dios cuando todo parece que va de mal en peor? ¿Cuál es su actitud cuando Dios responde, pero no en la manera en que usted pidió? ¿Cuál es su respuesta cuando a su punto de vista Dios se contradice en Su propia justicia?

Bienvenido a Habacuc, el profeta Hebreo en el siglo VII d.C. Dios le enseñó a confiar en Él cuando todo está lleno de confusión y perplejidades. ¿Dónde está Dios? ¿Qué está haciendo? ¿Por qué Él no hace algo ahora? Habacuc suena como nosotros cuando la vida empieza a desintegrarse y desmoronarse. Habacuc nos enseña a orar y confiar en el SEÑOR Dios cuando nosotros no tenemos las respuestas. Vamos a centrar nuestros pensamientos en torno a un acróstico 
O R A C I Ó N.

O- buscar a Dios. Eso es de lo que se trata la oración. Habacuc le preguntó: "¿Hasta cuándo,  oh Jehová, clamaré, y no oirás?" (1:1).

Sí, es una queja. Su corazón está lleno de angustia. Pero Él está buscando a Dios. Él sabe que él tiene la libertad de ir a la presencia del SEÑOR Dios y abrir su corazón a Él. ¿Son nuestros tiempos malos? ¿Estamos experimentando un desierto espiritual? ¿Estamos en la necesidad de renovación? Es cuando Dios nos invita a entrar en Su santa presencia. Es cuando nos damos cuenta de que lo necesitamos. Esos son también los tiempos cuando Él viene en Su gran poder para ayudarnos. "Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja" (Habacuc 2:1, RV 1960). El SEÑOR está en Su santo templo; calle delante de él toda la tierra" (v.20).

R - examinarse y confesar el pecado "Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia" (3:1). El profeta confesó su miedo y le pidió a Dios  avivar Su obra. Él ora que la obra de Dios, no sus propios planes, será avivada. "Aviva tu obra, aviva tu obra" es la confesión del profeta. Él estaba orando por un avivamiento.

La única manera que nosotros nos atrevemos a acercarnos a Dios es en humildad y una súplica para que Él tenga misericordia de nosotros. Tenemos que pedir a Dios que haga una nueva obra en nosotros. En tu ira por favor acuérdate de nosotros con la misericordia.

A – Afirmación de lo que Dios está haciendo. El profeta le preguntó a Dios por qué Él no estaba haciendo algo sobre el pecado, la maldad, la destrucción y la violencia en la tierra. El Señor dijo a Habacuc que Él estaba ocupado haciendo algo. "porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis" (1:5).

El Dios de la historia estaba ocupado en el trabajo. "Porque he aquí, yo levanto a los Caldeos" (v. 6). ¡Babilonia! Sí. Las cosas no siempre son como nos parecen a nosotros. No hay poder en el mundo que no está controlado por Él. Cada nación de la tierra está bajo la mano de un Dios soberano. Dios está sobre todos - ¡Incluso sobre los malvados babilonios! Los acontecimientos de la historia no son accidentes al azar, sino que siguen el plan eterno de Dios (cp. 3:3-15). El SEÑOR Dios es el Señor de la historia. Él está en control de la historia, y Él continuará cumpliendo su propósito eterno de la redención de Su pueblo.

C- Ríndase al SEÑOR Dios. Habacuc no le gustó lo que oyó a Dios revelar. "Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él?" (Habacuc 1:13, RV 1960).

Aquí es donde el profeta creció en Su conocimiento de Dios y la comprensión de Sus caminos con los hombres. ¿Qué me enseña Dios en que necesito ser corregido? Vamos a aprender a juzgar todo a la luz de Su propósito eterno. "El justo por su fe vivirá" (2:4). Dios sigue siendo el Dios eterno, y nada le toma a Él por sorpresa. Nada puede separarnos de Su amor. Es en esos momentos debemos reafirmar esa convicción y rendirnos a Su soberanía.

I- Esperar que Dios responda de acuerdo a su voluntad "Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar" (Habacuc 2:14, RV 1960).

Con el tiempo, Dios responderá de acuerdo a Sus propósitos eternos. Dios controla la historia. Los Babilonios no se levantaron por su cuenta. Dios los levantó para lograr Sus propósitos en la historia de Israel. Ellos fueron la herramienta en la mano de Dios para la corrección y la purificación de Su pueblo. Busque la respuesta de Dios en Su Palabra. Dios contestará sus oraciones, y usted será capaz de  retroceder atemorizado y decir: "Vi a Dios hacerlo".

ÓN - Alégrese y de gracias a Dios. Habacuc cierra con una doxología. "Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar" (Habacuc 3:18-19, RV 1960).

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin