"Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios, y los presos los oían" (Hechos 16:25). ¡Esto era una oración y el servicio de alabanza actualmente en una cárcel romana! Los otros prisioneros estuvieron atentamente escuchando a cada palabra.

El efecto del cristianismo verdadero es todavía el mismo desde el primer siglo Antes de Cristo. Estos hombres "han puesto el mundo al revés." Ellos eran culpables de predicar el evangelio de Jesucristo (Hechos 16:16-23). Esos eran los cargos contra ellos.

El mundo está todavía al revés. Es egocéntrico, y este mira a la persona centrada por Dios como excéntrico. "Estos hombres que han venido aquí han puesto el mundo al revés" Es como el disturbio comenzó.

"El mundo está de abajo hacia arriba", dijo G. C. Morgan, "y por lo tanto, los hombres están girándolo boca arriba; y por consiguiente, los hombres que están viviendo en el mundo pensarán que ellos lo ponen al revés."

Este siempre es el caso cuando el evangelio verdadero de Jesucristo choca con las culturas del mundo.

Pablo y Silas no tenían idea de que un terremoto venía esa noche. Ellos no estaban cantando porque iban a ser puestos en libertad. Ellos estaban cantando porque la prisión en realidad no importa. Ellos eran prisioneros de Jesucristo, y eso era todo lo que importaba. Pablo estuvo  dentro y fuera de la cárcel en numerosas ocasiones por compartir de Cristo.

Ellos  oraban y cantaban himnos. La oportunidad vendría a tiempo al predicar (v. 32). La predicación vino después del terremoto. Dios abrió la puerta porque Él tenía Su gente escogida lista para servirlo.

Ellos cantaban de sus corazones. Dos de ellos estuvieron juntos en el nombre de Jesús, y Él estaba allí en su presencia. ¡Ellos adoraban a Dios! La cosa más significativa para Pablo y Silas fue la presencia de su Señor y Salvador Jesucristo. "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20). Era verdadero entonces, y hoy todavía es verdadero.

¿Usted canta en  la celda de su prisión? ¿Está usted adorando a Jesús  ahí mismo dónde Él le ha puesto hoy? "Los hombres que cantan en la prisión son los hombres que no pueden ser encarcelados" "Usted puede poner a estos hombres dentro de tus paredes de piedra, usted puede poner grilletes en sus pies en esa cárcel brutal, pero ellos no están allí. Ellos están sentados con Cristo en los lugares celestiales," observo Campbell Morgan. "En cuanto a la presencia corporal, ellos están allí en la prisión, pero en cuanto a la esencia espiritual, ellos están con Dios."

Las personas que cantan en su prisión han aprendido el secreto, el método por el cual el crecimiento espiritual y el servicio ocurren.

Usted canta en su prisión, y otros prisioneros le escucharán. El terremoto no siempre llega, pero Dios sí. Sus puertas de la prisión no pueden volar libres, pero la morada de la presencia íntima de Dios en Jesucristo le pondrá en libertad. Muchos miles de los siervos de Jesucristo han muerto en prisiones literalmente, pero ellos cantaron, y ellos siguen cantando.

¿Cuáles son sus circunstancias? ¿Está cantando? Dios bendecirá su "experiencia en la prisión" si usted cantará alabanzas a Él, "y los prisioneros" escucharán y serán salvos.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin