Dios ha provisto la salvación para ustedes en Jesucristo.

En un simple lenguaje lúcido Jesús resume todo el Evangelio a Nicodemo y a nosotros en una frase hermosa rica en contenido.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

Martín Lutero dijo que estas "palabras son capaces de hacer felices a los tristes, a los muertos vivos,  si sólo el corazón las cree con firmeza."

Jesús revelo lo que está en el corazón de Dios el Señor, "porque de tal manera amo Dios al mundo" El único quien bajo del cielo revela la más grande revelación que el hombre haya recibido del creador."

En estas palabras un Dios santo está diciendo al hombre pecador, "Te amo".

El hombre depravado nunca podía haber concebido lo mucho que Dios ama al hombre pecador. Dios tuvo que revelar y demostrar ese amor al hombre. El humanismo es un sistema de vida, pensamientos humanos, una manera de vivir sin Dios. El hombre sin Dios esta depravado, en la ruina como se expresa en las religiones del mundo. 

Jesús usa la palabra ágape denotando la forma y  la clase más alta de amor. No es un amor de mero afecto, amistad o relaciones humanas normales, pero el más alto tipo de amor que es un auto sacrificio por el objeto amado.

Dios purificó el pecador depravado y lo llevó a Su seno. Ni la inteligencia humana jamás podría comprender ese amor. Esta revelación de Dios distingue el cristianismo  radicalmente de todas las religiones del mundo.

Ese amor que Dios tiene para un pecador es   el pináculo de Su gloria. Es, de hecho, la corona de todos Sus atributos.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito. ... "

El propio Hijo de Dios se sentó ante Nicodemo y habló esas palabras para él. Este "Hijo" está por encima de todos los otros que en modo alguno pueden ser llamados "hijos". Todos los demás "hijos" son adoptados "hijos". "Jesús es el Hijo unigénito." Él es el "Hijo unigénito de Dios".

Es extraño, incluso aterrador, cómo uno de los cultos paganos modernos de nuestros días puede afirmar que Jesús era el hermano de Lucifer, Satanás. Esta enseñanza es una abominación a Dios.

Jesús usó un término para sí mismo "tan extraño, sorprendente, único, exaltado" y distintivo que nadie más podía ser tan comparado. Él es "el Hijo Unigénito de Dios." No hay otro (Juan 1:14, 18; 3:16, 18; 1 Juan 4:9). "Dios, el Unigénito, que está en el seno del Padre, Él lo ha explicado." Nadie más nunca podría tenerlo. Él estaba con el Padre en el cielo desde toda la eternidad. Él es el "Dios verdadero, unigénito del Padre desde la eternidad", escribe Lutero. Dios dio lo mejor de sí para nosotros.

Dios el Padre dio a Su Hijo unigénito como un regalo con el propósito en mente "para que todo aquel que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna."

Jesús ya había dicho a Nicodemo que el Hijo del Hombre tiene que ser levantado (v. 15). Eso es lo mucho que Dios nos ama. Él dio a Su Hijo unigénito para morir en la cruz por los pecadores.

El objeto de nuestra fe es "en Él", el Unigénito del Padre. Jesús es el objeto de la fe salvadora. No hay otro nombre en que podamos ser salvos. Todos los demás nombres te enviarán al infierno (Hechos 4:12).

Esta es una reflexión sobre Juan 3:16. La persona que cree en Cristo "no se pierda, mas tenga vida eterna." La palabra "pierda" en la Biblia nunca significa sufrir la aniquilación como las sectas modernas enseñan. "pierda" significa el rechazo total y eterno por Dios.

Sobre la base del regalo de Dios nosotros recibimos la vida eterna. Dios le ama tanto "que dio a Su Hijo unigénito." Cree en Él hoy y usted recibirá la vida eterna.

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin