El método exitoso de Jesús utilizado en relación con la tentación era someter cada deseo a la palabra y la voluntad de Dios y luego obedecer el veredicto encontrado allí. Es el único método que funciona.

En una intensa agonía interior de  elección y decisión, Jesús rechazó comprometer la voluntad de Dios. Él rechazó comprometer Su propia integridad. Para Él todo en Su vida fue completamente sujetado a la voluntad de Su Padre.

Las tentaciones que Satanás lanzó en Su cara fueron para usar Su poder divino egoístamente. Él  tendría a Jesús enfocado en el reino material que puede ser visto más que el reino espiritual no visto, busque resultados rápidos por el medio sensacionalista, gane popularidad por la tolerancia y el compromiso. Él tentó a Jesús al dudar quién es Él en relación con el Padre y la voluntad del Padre para Su vida (Mateo 4:1-11).

No había nada en Cristo que contestaría para pecar. El Diablo desafió al primer hombre y ganó. El Segundo Hombre desafió a Satanás y ganó. El último Adán estropeó a Satanás. Jesús arrastró a Satanás en la luz y expuso su personalidad y métodos.  

 "Si eres Hijo de Dios …" Satanás dijo (Mateo 4:3,6). En Génesis 3:1 él dijo, "¿Conque Dios os ha dicho…?"

Los primeros ataques de Satanás son siempre en la Palabra de Dios. Eva no refutó las suposiciones falsas y la hipótesis de Satanás. Jesús lo hizo, sin embargo, Él dijo, "escrito esta: 'No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios'" (Mateo 4:3).

Satanás citó erróneamente a Dios en Génesis 3:4-5. Él aún llamó mentiroso a Dios. Satanás intentó la misma cosa en Jesús y fue atrapado en el proceso. Él llevo a Jesús  y le puso sobre el pináculo del templo y  le dijo; "Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo" y luego él citó el Salmo 91:11-12. Es importante para nosotros recordar que Jesús rechazó cada una de las tentaciones citando las Escrituras. Cualquier cosa y todo lo qué va en contra de lo que esta escrito en la Biblia debe ser resistida. Dios ha hablado. Cada tentación fue derrotada citando un pasaje de  la Escritura que tenía referencia a las tentaciones.

En última instancia  todo se reduce a una elección que hacemos en cuanto a la voluntad de Dios. Jesús escogió el camino de Dios; Eva escogió su propia voluntad. Solamente Jesús decidió los métodos que Él seguiría, debemos hacer  lo mismo.

Jesús hizo la elección correcta. Le dijo a Satanás: "¡Vete de mí Satanás! Porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (Mateo 4:10). El diablo entonces le dejó (v. 11). "Vete" es un rechazo decisivo de las proposiciones que Satanás hizo a Jesús.

Algunas cosas parecen nunca cambiar. Ninguna de las tentaciones era obviamente mala. "El fruto prohibido" con el cual tentó a Eva era bueno para comer, agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría (Gén. 3:6). Satanás hace tentaciones atractivas y ventajosas al tentado. El poder de tentación es su capacidad de hacer que el mal parezca algo bueno.

¿Qué hay de malo en convertir las piedras en pan después de que usted ha ayunado cuarenta días en un desierto? ¿Qué  hay de malo con la realización de grandes milagros espectaculares para demostrar el poder de Dios sobre usted? ¿Por qué no tomar el camino fácil en vez de ser ejecutado en la cruz por algo que usted no hizo? A simple viste se ve tan bien.

Jesús decidió constantemente adorar solamente a Dios, y todo el poder en el cielo y la tierra fue dado a Él (Mateo 28:18). Afrontamos la misma elección que Jesús hizo. Nosotros podemos escoger confiar en Dios y seguir constantemente el camino que Él ha puesto ante nosotros. Le obedeceremos o iremos en el camino del mundo, la carne y el diablo.

¡El camino a la victoria es el camino que Jesús tomó! “¡ Escrito esta! ¡… escrito esta! ¡…escrito esta!"  

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin